lunes, 25 de diciembre de 2017

II. Dominio (Sara Teasdale)



Yo no tendré un dios que acuda
a protegerme del pecado,
ni a organizar el hogar de mi vida;
los ángeles con sus brillantes alas de fuego
no ordenarán mis pensamientos ni objetos;
prefiero mis frágiles y sucias luces
casi apagadas por el soplar del viento;
prefiero el terror de las noches
y la larga, enferma, caricia de la duda;
prefiero perderme antes que dejar
que mi alma se deslice sin control;
de mi propio espíritu dejadme ser
su absoluta e incierta guía.


Traducción: María Ramos.

http://nosoybonita.blogspot.com.ar/

domingo, 24 de diciembre de 2017

tonto poema triste

no me gusta
cuando estamos 
los dos hablando
y el silencio se cuela
no puedo seguir
no sé seguir 
no seguís
y duele

martes, 19 de diciembre de 2017

humanidad

hay tanta tierra
silencio
en los ruidos del mundo
y sombra maliciando
por donde los destellos
proponen otra cosa
hay tanto hueso roto
tanta herida por la espalda
sangres y sequías
pólvoras venenos
plagas inventadas
tanta miseria
de todo tipo
a veces sin conciencia
ni la conciencia de las clases
tanta piedra que se suelta por el aire
tanta saña
y las palabras
oraciones vanas
explicaciones necias
divagaciones varias
y aunque el avance fue mucho
tanto que no cabe en lo pensado
ni en lo impensado
fue poco porque siempre
todo es poco si no es todo



lunes, 18 de diciembre de 2017

El lugar al que quiero ir no existe (Gerardo Cerdas Vega)

El lugar al que quiero ir no existe.
Las palabras que quiero pronunciar
son insondables.
Y aquí, en este sitio,
la luz desangra opacidades,
mi nombre se mece como un ahorcado,
con la lengua apuntando en todas direcciones.



Gerardo Cerdas Vega - Costa Rica - 1974 - Del libro La imagen calcinada (Editorial
Alambique, 1997).


http://depeupleur.blogspot.com.ar/2008/03/los-amigos-de-lo-ajeno.html

lunes, 11 de diciembre de 2017

El compromiso (Juan Calzadilla)

Una de las cosas que sucede con nuestro modelo
de participación ciudadana es que la gente está cada vez
más convencida de que mirando los acontecimientos
en la pantalla chica se compromete más que el que
no ha visto nada.
Que se piense de este modo es una perversión que los
dueños de los medios alimentan con el propósito de que
la gente se ocupe más de lo que ocurre en la pantalla
que de lo que ocurre en la realidad.

Este compromiso virtual le parece obvio a la persona que,
sentada confortablemente, piensa que basta apagar el
aparato para ponerse a salvo de la furia de la inundación.


El compromiso fue tomado de Noticias del alud, Diario de
Poesía Nº 54, Invierno de 2000, Argentina.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Aviso de robo (Lilian Elphick)

Mi silencio ha sido robado.

La persona que lo encuentre, trátelo con cariño.
No le grite, que se asusta.
No lo maree con palabras inútiles.
Una vez que el silencio se haya acostumbrado,
favor de clavarle el puñal bien adentro, en el centro
de su total indiferencia.
Deje los restos en la calle.
No faltará quien se los lleve.




https://poetassigloveintiuno.blogspot.com.ar/2016/10/lilian-elphick-19237.html

lunes, 27 de noviembre de 2017

Los artistas velan (Daniel Calmels)

"Esta molestia de sentir
que uno depende de su propio cuerpo"
Antonin Artaud


En la vida de los antiguos héroes
la herida infaltable rondaba los cuerpos.
Fue en Vulcano y en Edipo
la triste pierna desvariada.
En Sigfrido el hombro herido
para temer la palabra muerte.
En Sansón la pérdida indolora.
Y en Aquiles la ley del talón
lo convino a apaciguar su destino.
Pero hubo otros más cercanos
que defendieron el derecho de soñar
aún a costa de detener con el cuerpo
las oleadas feroces de tristeza:
Fue la pierna de Rimbaud
rodando en un quirófano de Marsella,
la mano de Cervantes
multiplicándose en la escritura,
Quevedo riendo de su cojera
con “una pata torcida para el mal”,
los ojos de Borges
imaginando láminas de colores pálidos,
Beethoven, con una varilla entre sus dientes,
comiéndose las vibraciones
que los oídos se negaban a tragar,
Toulouse Lautrec desde su espalda corva
viendo las narices más bellas,
y la oreja de Van Gogh
enterrada en un paño de limpiar pinceles.
Fijman con las sienes golpeadas
mientras grita: “Yo soy el Cristo Rojo”.
Baudelaire con la voz agónica
mientras escucha de la boca materna
un glosario de primeras letras
para una lengua antigua y herida
en la caverna húmeda de su boca,
y Antonin Artaud, cargando de fuego las palabras
hasta explotar de incomprensión.
Desde el fondo de un lujoso salón,
mientras camina al encuentro,
el joven Milosz recuerda con terror
que tiene padre y madre
e ignora de la bala que intentará olvidarlos.


"Si me mato no será para destruirme
sino para reconstruirme"
Antonin Artaud


Hubo otros, que apuraron el destino de un solo trago:
Gérard de Nerval colgado de un farol
con los bolsillos llenos de palabras.
Hemingway, en su último aliento,
apoyando su lengua en la boca de un fusil.
Lugones tropezando en la única mesa de la pieza de un recreo
con la boca llena de veneno para hormigas,
tan cerca de un río llamado tigre.
Y Pizarnik, envuelta en su sábana
como en una bandera,
apoyando su boca pintada
en la de una muñeca sin sonrisa.
Quiroga sobre sus cuentos y en la selva
apurando los ácidos del estómago
única defensa ante la muerte.
Y Alfonsina arrepentida en el último instante
queriendo desandar sus pasos,
empujando con su pecho el mar.


"De pronto la palabra adquiere
la dimensión del gesto"
Aldo Pellegrini


Otros, arrancados salvajemente de las letras
con las palabras puestas:
Haroldo llevado a un país
donde ningún árbol se llama con nombre de mujer,
y Miguel Ángel Bustos
ganándole el juicio a la razón más bella,
y Paco y Rodolfo
bajo la lluvia voraz del Eternauta
encontrando las puertas cerradas para siempre.
De cuerpo presente
los artistas velan,
para que el dolor se ilumine de esperanza.


(de “Marea en las manos”)
https://poetassigloveintiuno.blogspot.com.ar/search?q=calmels

jueves, 23 de noviembre de 2017

Al periódico gratuito y a la vida en general (Beatriz Chivite Ezkieta)

(AL PERIÓDICO GRATUITO Y A LA VIDA
EN GENERAL)

Te sobra tanta
política.
Y te falta tanta tanta
poesía.

Te sobran escándalos
y espantos.
Y te faltan tesoros

y milagros.

(DOHAINEKO EGUNKARIARI ETA BIZITZARI,
ORO HAR)

Politika
soberan daukazu
eta poesia
eskas.

Eskandalu eta gaizpide
gehiegi
eta mirari eta altxor

gutxiegi.

Traducción del euskera por la autora.
http://emmagunst.blogspot.com.ar/2016/08/beatriz-chivite-ezkieta-4-poemas-4.html

martes, 21 de noviembre de 2017

Fragmento de Cándido o Un sueño siciliano (Leonardo Sciascia)


   Don Antonio aprobó que se mudaran a París. Aprobaba casi todo lo que provenía de la inquietud o que fuese una tentativa de realizar aquello que se desea o con lo que se sueña.
   Y lo aprobaba con la melancolía de quien, en calidad de prisionero, no envidia la libertad de que gozan los demás, y sólo siente melancolía, añoranza por no haber visto, en un determinado momento de su vida, el sitio por donde se pudiera producir la posible evasión, la posible libertad.

Fragmento del capítulo " De la correspondencia entre Cándido y don Antonio; del viaje a París que hizo don Antonio".
Tomado de Cándido o Un sueño siciliano, Editorial Bruguera, 1980. Traducción de Ana Goldar.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Bonitas historias que vienen del pasado: Tomás Wong (Paco Ignacio Taibo II)


Me hubiera gustado ir en todos los barcos que cargué, todos los barcos cuyos pasajeros ayudé a descender, llevando las maletas cubiertas de etiquetas de colores de hoteles, aduanas, líneas férreas. Me hubiera gustado abordar esas moles blancas y relucientes en el sol  y partir.
Yo no soy de aquí. No soy de esta tierra donde he nacido; y en la vida se aprende, aprende el que quiere aprender, que nadie es de donde nació, de donde lo criaron. Que nadie es de ningún lado. Algunos tratan de mantener la ficción y se hacen de nostalgias, de posesiones, de himnos y banderas. Todos pertenecemos a los lugares donde no hemos estado antes. Si hay nostalgia, es de las cosas que nunca vimos, de las mujeres con las que no hemos dormido y  soñado  y  de  los  amigos  que aún no hemos tenido, los libros sin leer, las comidas humeantes en la olla aún no probadas. Ésa es la verdadera y única nostalgia.
También se aprende que en algún momento el camino se equivocó, y que las cosas no tendrían que  ser  así. Nadie tendría que comer arroz con gorgojos y maíz casi podrido en los  campos  petroleros,  pagando  el  triple de lo que cuesta porque las tiendas las manejan las compañías; nadie tendría que luchar en  medio de las lluvias para cerrar las válvulas del pozo siete; chapotear en la selva con las tuberías, perforar en pantanos, dinamitar, dormir en el suelo húmedo, ganar una miseria mientras el capataz come jamón y mantequilla  sacados de dos latas de conserva que nosotros transportamos hasta allí; y el patrón, mucho  más  lejos  de  nosotros  todavía, duerme en una cama sin sabernos, sin reconocernos  como  la fuente de su placer y su poder, sin adivinarnos como las hormigas que empujan con los hombros la subida de sus acciones bancarias en la bolsa de Nueva York.
Por eso no quiero subir a esos barcos blancos y resplandecientes, porque tendría que pagar mis sueños trabajando once horas diarias de  camarero,  puliendo  los bruñidos pasamanos de  bronce,  sudando  en el vapor de las cocinas. Por eso los barcos están lejos,  y  yo  los  veo llegar e irse  de  todos  los  puertos,  de  todos  los  ensueños, de todas las nostalgias.

Bonitas historias que vienen del pasado: Tomás Wong. Capítulo 55 de la novela Sombra de la sombra.

domingo, 19 de noviembre de 2017

ella (sergio beleiro)

ella...
ella es prodigiosa.

maneja su memoria como nadie la maneja .
yo daría cualquier cosa por tener ese don
o manejar, como ella, sus manivelas.

pero no es lo mío.
es lo suyo.

lo que no le gusta:
a un arcón bien escondido,
inencontrable, a un lugar desde donde
no va a regresar.

lo que duele: ahí, al tarro,
a esa valija, a ese perfecto rincón,
aunque sea unos minutos más tarde,
para no volver;
aunque una lágrima haya caído;

y al secarse,
lágrima, atisbo de la misma o espejismo de sus sales,
todo el asunto a ese arcón bien escondido.

lo que no le importa,
lo que no es de ella,
aunque te haya dicho lo contrario,
aquello por lo que te ha preguntado,
fruto de sus mejores modales,
y de lo que no ha obtenido la mejor respuesta
o ha obtenido la respuesta menos
desagradable y más esperada,
al cajón de lo perdido,

a lo irrecuperable, para ella,
gracias a su dios
o a su propia gracia del olvido.

si te preguntó cómo andás y mandaste algún problema,
al cajón de lo olvidado.

y si preguntaste lo que más te importaba y no te dió bola,
porque nos sos para ella más que un decorado,
aunque intente demostrar lo contrario, o
sos alguien a quien no se puede evitar en toda circunstancia:
                            al cajón
                                          donde lo inexistente encuentra su mejor lugar,

y no vuelvas nunca a preguntar
porque tal cosa no existe,
porque te mirará con cara rara,
o mirará hacia otro lado con gestos de:
¡éste qué carajo está diciendo!
¡eso nunca pasó! 
¡eso es imposible!
(tal vez sin signos de admiración).

ella...
ella es así,

yo que nada envidio
por un rato la envidio,
yo quisiera tener su memoria,
acceder a su manejo del recuerdo...
o del olvido.
poder manejar las manivelas como ella lo hace,
a su antojo o,
a veces,
en forma tan espontánea, natural u orgánica,
y sin tocar ninguna tecla hacer que el olvido suceda,
sin siquiera darse cuenta.

ella...
ella maneja su memoria
como nadie puede hacerlo.


es su gran gracia.

domingo, 12 de noviembre de 2017

los días del odio

Hacia el final de los días del odio poco quedaba. Sólo odio o alguna de sus fases.
Una resignación brumosa o aceptación entre dientes, velada, de ojos mirando a otro lado y como dando la espalda a los hechos.
Hacia el final, de nada valía mirar atrás y atrás era tan lejano que se perdía en noches y días olvidados, en personas que no estaban, en hechos que ni siquiera hoy, de volver a presentarse, se intentarían cambiar, porque el odio es así, irracional, aunque nazca de los razonamientos más elaborados.
Porque el odio, se origine donde se origine, es solo eso y, en algún lugar del camino, en algún momento de la vida, de cada uno o de la tribu, cita a las mayores sombras al lugar donde sólo hay oscuridad.
¿Acaso no es sombra, o parte de la noche profunda, oír, por ejemplo, a alguien decir: los odio porque los odio?
El desarrollo de la historia se comió a los indecisos, a los convencidos de no quedarse en ninguno de los dos bandos y a los blandos. Ahora, cuando los segundos serían necesarios, o un tercero en discordia la alternativa posible, o la probabilidad de disuadir la obcecación que más allá del desastre persiste, sólo quedan los vencidos que son todos y odian todavía de algún modo.
Rebuscando por aquí o por allá se pueden encontrar los periódicos de esa época, todos tomando partido de uno u otro lado, con las razones de cada cual para su odio. La palabra objetividad ― ni hablar de veracidad o verdad ― la podrán encontrar escrita por ahí, muchas veces, pero más esgrimida que ejercida.
Hoy no hay nadie por aquí que pueda sacarse sus prejuicios de encima y bucear en el pasado de esos papeles y otros para encontrar quien empezó o se equivocó primero,  ni quien tenía razón; mucho menos se puede encontrar quien tenga ganas o voluntad de hacerlo.
La razón ya no importa porque los daños son irreparables. De haber algo por delante tendría que ser otra cosa.
Por puro afán, ya no de objetividad sino de respeto por mí mismo, puedo decir que, también, elegí un bando y que no me arrepentí entonces ni me arrepiento hoy de haberlo hecho; que sigo en ese bando, más convencido que nunca, aunque unos y otros hayamos perdido.
No me interesa exponer las razones de mi elección ni vale la pena.
Nada vale la pena, como no valió la pena la victoria o la derrota.
Ahora somos pocos y si nos vemos venir nos alejamos; si nos cruzamos, nos miramos de costado y seguimos de largo. Después tratamos de no pensar en estos días ni en los otros.

Lo único bueno de todo esto es que ya no hay televisión ni diarios.



jueves, 9 de noviembre de 2017

La extraña (Julia Uceda)

Me levanté sin que se dieran cuenta
y salí sin hacerme notar.
Había estado todo el día
entre ellos, intentando
hacerme oir,
procurando decirles
lo que me habían encargado.
Pero el recado que me dieron
no era preciso. El humo,
la música, el ruido de las risas
y de los besos -estallaban
como las rosas en el aireeran
más fuertes que mi voz. Cansada
de mi trabajo inútil,
me levanté,
abrí la puerta
y salí del hermoso lugar.
Desde la calle
miré por la ventana: nadie había
advertido mi ausencia.
Caminé. Volví el rostro:
ninguno me seguía.


http://sernaleon.blogspot.com.ar/2012/01/la-extrana-julia-uceda.html

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Catalina Bahía (Miguel Cantilo)

Catalina tenía la rutina                                                                         
Del eterno crepúsculo en la piel
Su comarca de sexo en una esquina
Sus hectáreas de pecho en un vaivén
Catalina sabía el argumento
De la sábana rota por amor
Me soplaba la letra con su aliento
Y nos iba surgiendo esta canción
Labio sobre labio sobre labio
Y la península mía
Beso contra beso contra beso
Y tu bahía

Cuando se hacen las dos de la mañana
Cuando se hacen las cuatro del amor
Sus pupilas se hamacan porcelana
En ojeras de rímel y carbón
Catalina de fuego y nicotina
Esperando volver a comenzar
Bocanada profunda que ilumina
La mirada marrón de par en par
Labio sobre labio sobre labio
Y la península mía
Beso contra beso contra beso
Y tu bahía

La mirada en el techo de los días
La ceniza en el suelo del pudor
Y su nombre arrugado en una silla
Su apellido tendido del balcón
Encendé la fogata que combina
Mi melena la tuya y la del sol
Un retrato de fuego Catalina
Con rutina de lento caracol
Labio sobre labio sobre labio
Y la península mía
En tu bahía



la mujer extraña

la mujer extraña dibuja perdones
caminando sobre la doble raya amarilla
a media mañana vestida de colores
con su cortísima falda desgarrada
dibuja perdones a mano alzada
en el aire de la mañana
a un paso de caerse
bajo las ruedas de cualquier coche
dibuja cien perdones con las manos y los ojos
enmarcados en manchas oscuras de rímel que bajan
por sus mejillas coloreadas como marcas o noches derramadas
u otros perdones que quienes la ven por la calle
caminar por la doble raya amarilla no perdonan
porque nadie quiere perdonar a nadie y mucho menos a una loca
a una mina que se perdió en la noche y no pudo regresar
como no se perdona al linyera sucio que camina por el barrio con su perro
y su penetrante olor a orines viejos
nadie perdona esas faltas que nunca fueron faltas
pero ella con su falda desgarrada dibuja los perdones
a izquierda y derecha
                               a niños y a viejas              
                                                            frente a todas las vidrieras
tal vez si llega a casa antes de que otra noche se venga
o un coche se la lleve al otro lado su perro vaya
a lamerle las heridas o a seguirla por la pieza y la cocina
como ese otro perro sucio que va de un lado a otro
tras la sombra del linyera compartiendo la locura y la miseria









jueves, 2 de noviembre de 2017

El duro pan (María Victoria Atencia)

El insomnio beberme hasta la última copa.
Huir campo a traviesa, de par en par los brazos.
Conocer de qué angustia me llegan mis poemas.
Desgajarme el vestido con dolor y sin lágrimas.
Morder el duro pan del egoísmo ajeno.
Ahogarme en el tumulto que por dentro me invade.
Salirme del teatro que a diario me ofrecen.
Prenderme el desamor con un collar de escarcha.
Clavar en mi acerico oxidadas agujas.
Hacer trizas las horas que en las sienes me pesan.
Hundirme poco a poco con este peso impuesto.

Aguardar el momento en que la hiel reviente.


http://www.cervantesvirtual.com/portales/maria_victoria_atencia/obra-visor/antologia-poetica--52/html/00aa8992-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html#I_9_

viernes, 27 de octubre de 2017

Apuntes de juntacadáveres (Juan Carlos Onetti)

Nada de lo que es importante puede ser pensado, todo lo importante debe arrastrarse inconscientemente con uno, como una sombra.


Ya no puedo ser empujado por los móviles de ellos, me parecen cómicas todas las convicciones, todas las clases de fe de esta gente lamentable y condenada a muerte; tampoco me interesan las cosas que, objetivamente, socialmente, deberían interesarme.


Quiero irme, pero no me animo a decirlo. Al fin de cada noche está el desencanto, nadie puede darme nada, a nadie le interesa lo que puedo dar.


...era un regalo, era malo y desagradable de mirar, era un símbolo, alternativamente, de que las buenas intenciones no siempre bastan y de que quien da lo que puede da todo.


Juan Carlos Onetti, Juntacadáveres, 1964.
Tomado de Juntacadáveres, Editorial Planeta Argentina, 1995.

martes, 24 de octubre de 2017

Mensaje a la poesía (Vinicius de Moraes)





No puedo

No es posible
Díganle que es totalmente imposible
Ahora no puede ser
Es imposible
No puedo.


Díganle que estoy tristísimo, pero no puedo ir esta noche a su encuentro.
Cuéntenle que hay millones de cuerpos para enterrar
Muchas ciudades por reconstruir, mucha pobreza en el mundo
Cuéntenle que hay un niño llorando en alguna parte del mundo
Y las mujeres están volviéndose locas, y hay legiones de ellas carpiendo
La nostalgia de sus hombres; cuéntenle que hay un vacío
En los ojos de los parias, y su delgadez es extrema; cuéntenle
Que la vergüenza, la deshonra, el suicidio rondan los hogares, y es preciso reconquistar la vida.
Háganle ver que es preciso que yo esté alerta, vuelto hacia todos los caminos
Pronto a socorrer, a amar, a mentir, a morir si fuera preciso
Explíquenle, con cuidado —no la lastimen...— que si no voy
No es porque no quiera: ella sabe; es porque hay un héroe en una cárcel
Hay un labrador que fue agredido, hay un charco de sangre en una plaza.
Cuéntenle, bien en secreto; que yo debo estar listo, que mis
Hombros no se deben curvar, que mis ojos no se deben
Dejar intimidar, que yo llevo a la espalda la desgracia de los hombres
Y no es el momento ahora de parar; díganle, mientras tanto
Que sufro mucho, pero no puedo mostrar mi sufrimiento
A los hombres perplejos; díganle que me fue dada
La terrible participación, y que posiblemente
Deberé engañar, fingir, hablar con palabras ajenas
Porque sé que hay, lejana, la claridad de una aurora.
Si ella no comprendiese, oh, procuren convencerla
De ese invencible deber que es el mío; pero díganle
Que, en el fondo, todo lo que estoy dando es de ella y que me
Duele tener que despojarla así, en este poema; que por otro lado
No debo usarla en su misterio: la hora es de esclarecimiento
Ni inclinarme sobre mí cuando a mi lado
Hay hambre y mentira; y un llanto de niño solitario, en una calle
Junto a un cadáver de madre; díganle que hay
Un náufrago en medio del océano, un tirano en el poder, un hombre
Arrepentido; díganle que hay una casa vacía
Con un reloj dando las horas; díganle que hay un gran
Aumento de abismos en la tierra, hay súplicas, hay vociferaciones
Hay fantasmas que me visitan de noche
Y que me toca recibir; cuéntenle de mi confianza
En el mañana
Que siento una sonrisa en el rostro invisible de la noche
Vivo en tensión ante la expectativa del milagro; por eso
Pídanle que tenga paciencia, que no me llame ahora
Con su voz de sombra; que no me haga sentir cobarde
Al tener que abandonarla en este instante, en su inconmensurable
Soledad; pídanle, oh pídanle que se calle
Por un momento, que no me llame
Porque no puedo ir
No puedo ir
No puedo.

Mas no la traicioné. En mi corazón
Vive su imagen pertinente, y nada diré que pueda
Avergonzarla. Mi ausencia
Es también un sortilegio
De su amor por mí. Vivo por el deseo de volver a verla
En un mundo en paz. Mi pasión de hombre
Queda conmigo; mi soledad queda conmigo; mi
Locura queda conmigo. Tal vez yo deba
Morir sin verla más, sin sentir más
El gusto de sus lágrimas, verla correr
Libre y desnuda en las playas y en los cielos
Y en las calles de mi insomnio. Díganle que es ése
Mi martirio, que a veces
Pesa sobre mi cabeza la tapa de la eternidad y las poderosas
Fuerzas de la tragedia se abaten sobre mí, y me empujan hacia la sombra
Pero que debo resistir, que es necesario...
Pero que la amo con toda la pureza de mi pasada adolescencia
Con toda la violencia de las antiguas horas de contemplación extática
Un un amor lleno de renuncia. Oh, pídanle a ella
Que me perdone, a su triste e inconstante amigo
A quien le fue dado perderse por amor a su semejante
A quien le fue dado perderse por amor a una pequeña casa
Por un jardín al frente, por una criatura de rojo
A quien le fue dado perderse por amor al derecho
De todos a tener una pequeña casa, un jardín al frente
Y una criatura de rojo; y perdiéndose
Serle dulce perderse...
Por eso convénzanla a ella, explíquenle que es terrible
Pídanle de rodillas que no me olvide, que me ame
Que me espere, porque soy yo, apenas yo; pero que ahora
Es más fuerte que yo, no puedo ir
No es posible
Me es totalmente imposible
No puede ser no
Es imposible
No puedo.

El poema fue tomado de Jandira y otros poemas, traducción de Rodolfo Alonso, Centro Editor de América Latina, 1983.
Encontré en la red el siguiente video con el recitado y en sus notas el poema en portugués:
https://www.youtube.com/watch?v=UBNtDPjmGTo

Não posso Não é possível Digam-lhe que é totalmente impossível Agora não pode ser É impossível Não posso. Digam-lhe que estou tristíssimo, mas não posso ir esta noite ao seu encontro. Contem-lhe que há milhões de corpos a enterrar Muitas cidades a reerguer, muita pobreza pelo mundo. Contem-lhe que há uma criança chorando em alguma parte do mundo E as mulheres estão ficando loucas, e há legiões delas carpindo A saudade de seus homens; contem-lhe que há um vácuo Nos olhos dos párias, e sua magreza é extrema; contem-lhe Que a vergonha, a desonra, o suicídio rondam os lares, e é preciso reconquistar a vida Façam-lhe ver que é preciso eu estar alerta, voltado para todos os caminhos Pronto a socorrer, a amar, a mentir, a morrer se for preciso. Ponderem-lhe, com cuidado -- não a magoem... -- que se não vou Não é porque não queira: ela sabe; é porque há um herói num cárcere Há um lavrador que foi agredido, há um poça de sangue numa praça. Contem-lhe, bem em segredo, que eu devo estar prestes, que meus Ombros não se devem curvar, que meus olhos não se devem Deixar intimidar, que eu levo nas costas a desgraça dos homens E não é o momento de parar agora; digam-lhe, no entanto Que sofro muito, mas não posso mostrar meu sofrimento Aos homens perplexos; digam-lhe que me foi dada A terrível participação, e que possivelmente Deverei enganar, fingir, falar com palavras alheias Porque sei que há, longínqua, a claridade de uma aurora. Se ela não compreender, oh procurem convencê-la Desse invencível dever que é o meu; mas digam-lhe Que, no fundo, tudo o que estou dando é dela, e que me Dói ter de despojá-la assim, neste poema; que por outro lado Não devo usá-la em seu mistério: a hora é de esclarecimento Nem debruçar-me sobre mim quando a meu lado Há fome e mentira; e um pranto de criança sozinha numa estrada Junto a um cadáver de mãe: digam-lhe que há Um náufrago no meio do oceano, um tirano no poder, um homem Arrependido; digam-lhe que há uma casa vazia Com um relógio batendo horas; digam-lhe que há um grande Aumento de abismos na terra, há súplicas, há vociferações Há fantasmas que me visitam de noite E que me cumpre receber, contem a ela da minha certeza No amanhã Que sinto um sorriso no rosto invisível da noite Vivo em tensão ante a expectativa do milagre; por isso Peçam-lhe que tenha paciência, que não me chame agora Com a sua voz de sombra; que não me faça sentir covarde De ter de abandoná-la neste instante, em sua imensurável Solidão, peçam-lhe, oh peçam-lhe que se cale Por um momento, que não me chame Porque não posso ir Não posso ir Não posso. Mas não a traí. Em meu coração Vive a sua imagem pertencida, e nada direi que possa Envergonhá-la. A minha ausência. É também um sortilégio Do seu amor por mim. Vivo do desejo de revê-la Num mundo em paz. Minha paixão de homem Resta comigo; minha solidão resta comigo; minha Loucura resta comigo. Talvez eu deva Morrer sem vê-Ia mais, sem sentir mais O gosto de suas lágrimas, olhá-la correr Livre e nua nas praias e nos céus E nas ruas da minha insônia. Digam-lhe que é esse O meu martírio; que às vezes Pesa-me sobre a cabeça o tampo da eternidade e as poderosas Forças da tragédia abastecem-se sobre mim, e me impelem para a treva Mas que eu devo resistir, que é preciso... Mas que a amo com toda a pureza da minha passada adolescência Com toda a violência das antigas horas de contemplação extática Num amor cheio de renúncia. Oh, peçam a ela Que me perdoe, ao seu triste e inconstante amigo A quem foi dado se perder de amor pelo seu semelhante A quem foi dado se perder de amor por uma pequena casa Por um jardim de frente, por uma menininha de vermelho A quem foi dado se perder de amor pelo direito De todos terem um pequena casa, um jardim de frente E uma menininha de vermelho; e se perdendo Ser-lhe doce perder-se... Por isso convençam a ela, expliquem-lhe que é terrível Peçam-lhe de joelhos que não me esqueça, que me ame Que me espere, porque sou seu, apenas seu; mas que agora É mais forte do que eu, não posso ir Não é possível Me é totalmente impossível Não pode ser não É impossível Não posso.

viernes, 20 de octubre de 2017

Llenarse la boca de mar (Irati Iturritza Errea)

Llenarse la boca de mar para ocultar la sal previa

Fingir que antes no dolían estos ojos
tras cada luz tras cada
imagen
inconexa
fingir que nada existía
antes del agua

Renombrar así la sed y todas las miradas






Tomado de https://craneodepangea.wordpress.com/2016/02/29/craneo-93-irati-iturritza-errea/

lunes, 16 de octubre de 2017

los sombríos II

los perdidos
los desprevenidos
los ataviados de sombra
los pusilánimes sin milagro posible
los asombrados por lo simple
           y que no atinan a nada
los perplejos ante todo
y sin respuesta
los que no ven aunque lo tienen todo por delante
los extraviados
y todo tipo de extraviados
los que dejaron de ser niños y pasaron
a ser hombres oscuros
los que se quedaron niños pero graves
los que no supieron
los que no son conocidos por nadie
los desconocidos de siempre
los abusados
los manchados por pasados irredimibles
los acusados falsamente
los malditos acusadores
(los de la primera piedra y los peores:
            los de la última piedra vana y más cobarde)
los que vagamente todo
y firmemente nada
los que prepararon por años el salto y nunca saltaron
los desterrados del amor y cualquier cariño
los desterrados de la amistad
los desterrados del amor
los que vagan en la noche con su hato de locura al hombro y en la frente
los que vagan de día con la frente perdida y los ojos ciegos
los que vagan con los ojos llorosos sin llorar
los que perdieron a dios o por dios fueron olvidados
los que saben que no hay dios
los que no saben
los que lo intuyen
los ignorados por aquellos a quienes aman
los que no
los que siempre no



jueves, 12 de octubre de 2017

ese hombre

ese hombre
¿ese hombre
está muerto?
usaba barba
¿está vivo?
¿dónde está?
usaba buzos gorra
¿está muerto?
si está muerto o no está muerto
¿dónde está?
ese hombre
ese muchacho
ese hombre ¿dónde está?
ese hombre
ese muchacho peligroso
amigo de los indios - de los negros
¿dónde está?
¿qué dicen en voz baja y entre ellos
los funcionarios del gobierno?
¿dicen que está vivo?
¿dicen que está muerto?
¿o no dicen nada?
saben que no está    pero   
¿saben dónde está?

ese hombre
¿ese hombre
ese muchacho
está muerto o está vivo?

no me digan que está muerto
y nunca
pero nunca me digan
que no está ni muerto ni vivo

¡qué no esté muerto!
qué esté en cualquier lugar
donde sea pero vivo
riéndose o llorando
tomándose unos mates
o soñando
soñando que está vivo
y que va a estar
más vivo todavía

¡qué no esté muerto!
qué esté pensando una mañana
que destruya tanta noche
preparando la mochila y su sonrisa
para seguir su derrotero






nota horrible (23-10-17):

   ese hombre seguramente es un mal poema.
   no sé escribir.
   si lo soy, soy mal poeta.
   ese hombre ― el poema ― tampoco sirvió como plegaria.
   ¿plegaria a quién si no se cree en dios y no hay milagros ― si no creo en dios ni en los milagros― ?
   ese hombre, ese muchacho, está muerto y era previsible.
   lo encontraron unos días después de publicar el poema y estaba muerto.
   unos miserables y algunos desprevenidos ofrecieron lo que quedaba de un muchacho en fotos por las redes.
   hubiera preferido, realmente hubiera preferido, que todo hubiera sido una equivocación, una mala jugada política, una broma oscura macabra malhadada perversa, una mierda de ésas a las que estamos acostumbrados.
   pero no.
   no.
   ese hombre, ese muchacho, está muerto.
   apareció su cuerpo hace unos días.
   y se sumaron a tantas mentiras y bajezas más bajezas, más mierda de ésa a la que estamos acostumbrados.

   ¡qué tristeza!











domingo, 8 de octubre de 2017

5 años (Duo Duo)









Cinco copas de alcohol, cinco velas, cinco años
cuarenta y tres años de edad, una ráfaga de sudor a medianoche
las palmas de cincuenta manos golpean contra la mesa
una bandada de pájaros con las garras cerradas viene volando desde ayer
Cinco cohetes resuenan en el mes cinco, en cinco dedos el trueno
retumba pero en el mes cuatro cuatro hongos alimentándose
de la lengua de cuatro caballos muertos no mueren
en el día cinco cinco velas se apagan a las cinco y cinco
pero el paisaje vociferante del amanecer no muere
el pelo muere pero la lengua no muere
el temperamento recuperado de una carne bien cocida no muere
cincuenta años el mercurio infiltra el esperma pero el esperma no muere
el feto se pare a sí mismo y no muere
cinco años pasan, cinco años no mueren
en cinco años, veinte generaciones de insectos mueren.



Tomado de Diario de Poesía, diciembre de 2011 a mayo de 2012, Argentina.
Traducido del chino por Miguel Angel Petrecca.

lunes, 2 de octubre de 2017

un olor a distancias, a muerto

un olor a distancias, a muerto,
a poca cosa, a diente roto,
a vómito,
a espera sin recompensa
en un lugar peligroso
y desagradable.
olor a cuchillo entrando,
a sangre y algo más
brotando.
olor a alma
que se va y no va a volver
o será otra muerte,
nunca una resurrección
ni un brote.
un olor que sale de la axila y del ombligo
que se imagina un cordón de muerte,
un cable de electrocución y noches,
una detrás de otra, sin fin posible.
pero el fin ya fue
y se sabe.
sin teorías de eterno retorno
ni indefiniciones pudorosas.
la muerte es ante todo
indecorosa
aunque simple
e inevitable.


domingo, 24 de septiembre de 2017

II.- ¿...? (Enzia Verduchi)

En la pupila la oscuridad no es pura, adivina galaxias invisibles. 
        Un ente de razón. Un dios sin criterio reparte pastillas y píldoras entre idiotas, insensatos y tristes. La furia epidérmica se templa con insulina y la locura se desuella con la verdad del pentotal.

Nada es vano en las sombras que acoge la luz.
Nada es artificial en la esencia de la piedra.
Nada esconde el temor de ahogarse en el agua tofana.

El hálito de los narcotizados es plúmbeo. Extirpar el verbo es desvanecer el tiempo. Esta no es mi voz. No es mía esta boca de sonidos ondulantes y viscosos.

¿Quién habla por mí en la edad del sueño?
¿Quién toma prestada la voz con la que amé o maldije alguna vez? 
        ¿Quién nombra el mundo en mi ausencia?

Esta no es mi voz. pero me escucho entre murmullos.



     
Pertenece a " Interrogatorio en el psiquiátrico de volterra II" publicado en Diario de Poesía Nº83 (diciembre de 2011, Argentina).

lunes, 11 de septiembre de 2017

Momento (Augusto Frederico Schmidt)

De repente, sin que hubiera ningún motivo conocido,
En medio de la multitud diferente e indiferente
Me dio una gana enorme de morir.. .

No sé si fue la brusca soledad en que me encontré,
No sé si fue una sensación de pequeñez que siento a veces -
Pero deseé absurdamente morir.

Y fue la primera vez que miré a la muerte sin ningún terror,
Hasta con una cierta ternura.

Yo estaba solo en la calle.
Solo y desconocido,
Tan aislado como siempre.

Los hombres pasaban sonriendo,
Las mujeres sonreían del brazo de los hombres,
Y había un perfecto equilibrio en la multitud.
Y entonces comencé a pensar en mi vida.

En mi vida para siempre desequilibrada
Y en esta realidad incomprensible y triste de ser poeta.
Y deseé desaparecer, quién sabe, por percibir que sobraba.

La muerte fue el único remedio que encontré,
Porque me haría no contar más.

Y en aquel momento hubiera cerrado los ojos perfectamente feliz
Y perfectamente feliz me hubiera perdido en la infinita igualdad. . .



El poema pertenece al libro Navio Perdido (1929).

Fue tomado de Jandira y otros poemas, Centro Editor de América Latina, 1983.
Traducción, selección y notas de Rodolfo Alonso.

jueves, 31 de agosto de 2017

Frontera (Nidia Marina González Vásquez)

De este lado
llueve del mismo color
la tierra tiene la misma roca viva
la misma muerte
De este lado
idénticos huesos
Pocos signos distintos:
el dejo en las palabras
alguna que otra contraseña
De este lado
y de aquel otro
hambre
dolor
y sangre
se manchan del mismo pigmento
molido en la piel.



https://poetassigloveintiuno.blogspot.com.ar/2015/08/nidia-marina-gonzalez-vasquez-16921.html

jueves, 17 de agosto de 2017

la ilusión declina

la ilusión declina, entre otras cosas,
por cuestiones de prontuario.

por las restas sin las sumas,
las distancias oscuras
entre palabras y silencios.

la ilusión declina
hasta el punto de la ausencia,
de la invisibilidad entrevista.



sábado, 12 de agosto de 2017

Que se levanten los muertos (Carmen Gc o Carmen del Río Bravo)


Que se levanten los muertos.
Ya que los vivos no parecen estarlo
que se levanten los muertos.
Pero no sólo a quiénes descerrajaron un tiro.
No sólo a los que fusilaron ante un pelotón.
No sólo quiénes murieron luchando
            por lo que creían o por lo que tocaban
en la guerra que los otros inventaron.
No sólo a los que mataron en las cárceles.
No sólo esos.
No.
Sino también
que se levanten también aquellos
a los que mataron la vida,
sobre todo aquellas a las que robaron
            la ilusión y la esperanza,
a las que robaron la posibilidad
            sólo atisbada
            de ser ellas.
Que se levanten aquellos
aquellos muertos
            que dejaron de enseñar,
            que dejaron de vivir,
aquellos muertos que volvieron a estar casados
            con hombres o mujeres
            con los que no querían;
aquellos hombres a los que les quitaron
            el pan, el sueño y la palabra.
Que se levanten todos.
Que se levanten todos
y por fin sin paciencia y con ira
les crucen la cara
en un gesto de duelo,
            de duelo por sí,
            de duelo por nosotros,
                        por sus hijos e hijas y nietos y nietas;
que les crucen la cara
a éstos
            que nunca dejaron de estar levantados;
a éstos
            que no sólo ganaron las armas
            sino que además de robarnos la historia
quieren volver a quitarnos el futuro.
Que se levanten los muertos.
Que se levanten los muertos
porque vivos y vivas
parecen estar
            debajo de un montón de paletadas
                        de tierra
                        de tierra yerma.
Que se levanten los muertos,
que los arrinconen y les recuerden
            ellos ya  muertos
            sin nada que perder
            sin nada que ganar
a los hijos y las hijas y los nietos y las nietas de esos otros
cuál es el espacio en que debieran estar
ellos que nacieron muertos.

http://clubdelecturadepoesiaupp.blogspot.com.ar/2015/05/presentacion-de-carmen-gc.html

jueves, 10 de agosto de 2017

Sentimental (Carlos Drummond de Andrade)



Me pongo a escribir tu nombre
con fideos de letritas.
En el plato, la sopa se enfría, llena de escamas
y acodados en la mesa todos contemplan
ese romántico trabajo.

Desgraciadamente falta una letra
¡una letra solamente
para acabar tu nombre!

-¿Estás soñando? ¡Mira que la sopa se enfría!

Yo estaba soñando…
Y hay en todas las conciencias este cartel amarillo:
“En este país está prohibido soñar”.

Tomado de Jandira y otros poemas, antología  y traducción Rodolfo Alonso. Centro Editor de América Latina. 1983.


Ponho-me a escrever teu nome
com letras de macarrão.
No prato, a sopa esfria, cheia de escamas
e debruçados na mesa todos contemplam
esse romântico trabalho.

Desgraçadamente falta uma letra,
uma letra somente
para acabar teu nome!

- Está sonhando? Olhe que a sopa esfria!

Eu estava sonhando...
E há em todas as consciências um cartaz amarelo:
"Neste país é proibido sonhar."

El poema original lo tomé de:  http://www.escritas.org/pt/t/10958/sentimental

Pertenece al libro Alguma Poesía, 1925-1930.

domingo, 23 de julio de 2017

el misterio de unas manos (sergio beleiro)

el misterio de unas manos que apenas pueden cortar el pan, que no saben tomar una escoba o pasar el trapo.
sentenciadas a no usar herramientas de ningún tipo, ni siquiera un lápiz con el que dibujar el rostro amado, o una isla y su tesoro, o un esquema cualquiera, una flor, una casa, un plano a mano alzada del camino hasta la plaza.

el misterio de unas manos que parecen calladas, como la boca callada, y olvidaron las caricias y el volar hacia el abrazo, o simplemente no saben, como algunos labios no saben de palabras.


comer solo (sergio beleiro)

No lo puedo explicar. Es una sensación. Viene desde lejos, de cuando era chico y de un lugar que puedo identificar y que no ha cambiado demasiado.
Hay pocas cosas más tristes que una persona comiendo sola en un bar.
O para hacerlo más oscuro, una persona sola cenando en una mesa apartada al fondo del local.
Sé que esa situación no implica siempre la tristeza de la soledad más grave, puede ser algo eventual, algo tan pasajero como un gran apetito que aparece sin que se pueda llegar a casa pronto, pero a los ojos de ese niño que yo era, era lo más triste que le podía ocurrir a una persona.
Esta percepción de la tristeza en la imagen de alguien comiendo solo en un bar o en un restaurante, todavía me sigue. Soy incapaz de comer fuera de casa y solo. No lo hago, me resisto, vuelvo a casa muerto de hambre y solo.
Fue por Constitución, la persona era un hombre, cenando en un comedero común y corriente enfrente de uno de los lados de la estación, en una mesa que daba a la calle, con la ventana abierta en una noche de verano.
Hoy pienso, que mientras el hombre masticaba, tenía la mirada perdida y no se daba cuenta de estar bajo la mirada de un niño que lo miraba desde la ventanilla de un colectivo que se había detenido, justo en la parada de esa vereda, frente a ese bar, con el solo motivo de crear una tristeza o una angustia para el hombre que el niño algún día iba a ser.
Puede ser la imaginación de un chico no muy imaginativo que el transcurso de los años fue agrandando para adornar la seca historia; pero la imagen fue real y se me quedó adentro, en ese entonces me puso un rato triste y, hoy en día, me hace evitar el comer solo en cualquier lugar que no sea mi casa.


Aunque comer solo en casa también es algo triste.

viernes, 21 de julio de 2017

Perdido (Tito Muñoz)

Me he perdido, señora.
¿Me puede acompañar, agarrando mi mano,
hasta un lugar donde alguien me conozca?

Recuerdo a una mujer haciendo sopa,
un ascensor que no llegaba al cielo,
unos hermanos queriendo y peleando,
un edificio que tenía entresuelo,
una vieja con manos de cartón
que hablaba de aquel buzo
- creo que era mi abuelo -.
Penélope tejiendo tapetes de ganchillo
sin Ulises viniendo de regreso.

Me he perdido y no tengo
un mapa de mi infancia,
comí aquel pan y no dejé miguitas
- no nadaba, señora, en la abundancia -.
Mónteme, por favor, en aquel tiovivo,
quiero dar vueltas en el coche de bomberos
y déjeme después, se lo suplico,
en el tercero primera de una casa ardiendo.


https://poetassigloveintiuno.blogspot.com.ar/2016/10/tito-munoz-19401.html



miércoles, 19 de julio de 2017

Último acto (Andrea Bernal)


Cuando nadie piensa aún que el telón puede bajarse.
Y ruge el verde mar,
Y está aquel perro inconsciente de su vitalidad, diciéndome todo con sus patas.
Y estiro mis piernas por si el horizonte puede volverse aún más infinito.
Y me digo que la soledad no es un silencio,
Solo la consecución del último acto.












https://poetassigloveintiuno.blogspot.com.ar/2016/11/andrea-bernal-19642.html



viernes, 14 de julio de 2017

En esta noche, en este mundo (Alejandra Pizarnik)

                                                          a Martha Isabel Moia

en esta noche en este mundo
las palabras del sueño de la infancia de la muerte
nunca es eso lo que uno quiere decir
la lengua nata castra
la lengua es un órgano de conocimiento
del fracaso de todo poema
castrado por su propia lengua
que es el órgano de la re-creación
del re-conocimiento
pero no el de la resurrección
de algo a modo de negación
de mi horizonte de maldoror con su perro
y nada es promesa
entre lo decible
que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio
sólo que el silencio no existe

no 
palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?
en esta noche en este mundo
extraordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible

sombras
recintos viscosos donde se oculta
la piedra de la locura
corredores negros
los he corrido todos
¡oh quédate un poco más entre nosotros!

mi persona está herida
mi primera persona del singular

escribo como quien con un cuchillo alzado en la oscuridad
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuaría siendo
lo imposible
¡oh quédate un poco más entre nosotros!

los deterioros de las palabras
deshabitando el palacio del lenguaje
el conocimiento entre las piernas
¿qué hiciste del don del sexo?
oh mis muertos
me los comí me atraganté
no puedo más de no poder

palabras embozadas
todo se desliza
hacia la negra licuefacción
y el perro de maldoror
en esta noche en este mundo
donde todo es posible
salvo
el poema

hablo
sabiendo que no se trata de eso
siempre no se trata de eso
oh ayúdame a escribir el poema más prescindible
        el que no sirva ni para
        ser inservible
ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo





(1971-1972)
Textos de sombra y últimos poemas. Editorial Sudamericana, 1985.
Poemas supervisados por Olga Orozco y Ana Becciú