domingo, 29 de enero de 2017

no hay dios

no hay dios
no hay espíritu de las cosas
(silencio)
no hay espíritu de las cosas
ni otra forma de mirar
no hay dios ni piedras
no hay hondas ni gigantes
ni luz
sólo teorías
un mapa que se ondula
copiado en la miniatura
extrema de un fotón
no hay dios
que juegue con los dados
ni tire nuestras cartas
no hay dios
no hay espíritu de las cosas
el silencio es una causa
y pudo ser casualidad
un punto o una coma
un pensamiento pronunciado
en la sinuosa soledad
un sueño sin posibilidades
de un hombre 
sin probabilidad
no hay dios
no hay 
un espíritu de las cosas
se cuela la calma a veces
a veces la tormenta
un viento raja los vitrales
de alguna catedral
mientras cristo intenta desbandar
a los mercaderes 
que se adueñaron del templo
multiplicados 
como los panes y los peces
no hay dios con quien pelearse
ni diablo cerca con quien pactar
tampoco hay algo 
que se pueda asimilar
al espíritu de las cosas

viernes, 27 de enero de 2017

Solo de piano (Nicanor Parra)




Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,
Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
No son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
Ya que nosotros mismos no somos más que seres
(Como el dios mismo no es otra cosa que dios)
Ya que no hablamos para ser escuchados
Sino para que los demás hablen
Y el eco es anterior a las voces que lo producen;
Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
Para poder resucitar después tranquilamente
Cuando se ha usado en exceso de la mujer;
Ya que también existe un cielo en el infierno,
Dejad que yo también haga algunas cosas:

Yo quiero hacer un ruido con los pies
Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo.


Pertenece al libro Poemas y antipoemas, 1954.
Lo tomé de Obra gruesa, Editorial Universitaria, Chile,1969.

martes, 17 de enero de 2017

A pesar de la gran noche (Nazim Hikmet)

Es medianoche, el último autobús                                    
El inspector ya desgarró el boleto
Lo que me espera en casa
            no son malas noticias
            ni un buen trago de raki
Lo que me espera es la separación
y hacia ella me encamino
sin tristeza y sin miedo

La gran noche ha llegado junto a mí
y ahora ya puedo contemplar al mundo
tranquilo y sin agitación

Ahora no me asombra la doblez del amigo
cuando me hunde el puñal mientras me da la mano
Ya la provocación enemiga no me hiere

He pasado por bosques llenos de ídolos
golpeándolos con mi hacha
¡Cómo se desplomaban fácilmente!
He analizado todas mis creencias
y algunas felizmente no eran falsas
Jamás he sido tan centelleante
y jamás fui tan libre

La gran noche ha llegado junto a mí
y ahora ya puedo contemplar al mundo
tranquilo y sin agitación

Levanto la cabeza por sobre la labor
De pronto ante mí surgen
una frase, un perfume, un gesto del pasado
La frase es buena
        soberbio es el perfume
                y la que me hace señas con la mano es mi amada
Ahora la atracción de los recuerdos
        no me entristece más

De los recuerdos no me quejo
no me quejo de nada
Ni de este corazón que me golpea
como un inmenso diente

La gran noche ha llegado junto a mí
y ahora ya puedo contemplar al mundo
tranquilo y sin agitación

Ya ni las pretensiones del ministro
ni la obsecuencia de su secretario
me afectarán de ahora en adelante

Por sobre mi cabeza
echo luz en las copas
Puedo mirar al sol
con los ojos abiertos
Quizá es lamentable
pero ni la más bella de las fábulas
puede ya ilusionarme
               Ya las palabras no me embriagan
                Ni las ajenas ni las mías

Así es mi amada
La muerte ha llegado junto a mí
El mundo me parece más hermoso que nunca
El mundo era mi ropa
                           era mi traje
y ahora me desvisto
Yo era el vidrio de un tren
y ahora soy la puerta sin llave
Era el corazón de la casa
y ahora soy la puerta sin llave
A los huéspedes amo más que nunca
Más que nunca el calor es amarillo
Y más blanca que nunca está la nieve

Tomado de "El gigante de ojos azules y otros poemas", Centro Editor de América Latina, 1983, selección y estudio preliminar de Daniel Freidenberg.
El poema pertenece al libro "Duro oficio el exilio" y la traducción de ese libro y, por lo tanto del poema, la efectuó Alfredo Varela con la colaboración del propio autor en base a versiones francesas debidas a la esposa del autor Munnever y C. Dobynski, según hace notar en su estudio D.F.

viernes, 13 de enero de 2017

La rotación (Daniela Pasik)

Una vuelta completa dura veintitrés horas
-cincuenta y seis minutos-cuatro segundos-
si las estrellas son la referencia. Pero el giro
es redondo si se mide desde el sol son
veinticuatro horas que es un día sin
la diferencia inexacta de
tres minutos-cincuenta y seis segundos- que nos lleva
avanzar en nuestra órbita.

Lo importante es mantenerse en movimiento
de rotación
de traslación
de precesión
de nutación.

No se puede estar en reposo, los cuerpos
celestes se sabe que nunca están quietos.
La rotación de la tierra es un proceso natural.
Las personas. Tantas vueltas nos podrían marear.

http://laseleccionesafectivas.blogspot.com.ar/2010/11/daniela-pasik.html

jueves, 5 de enero de 2017

Cataclismo (Alejandría Carranza)

Después del día
Tengo que transformarme en manos
Blandir mi quijada para evitar que caiga
Y mi ilusión y grito sean eternamente callados.
Otras manos sostendrán mi cabeza por los lados
A la altura de cada oreja
Deteniendo el escollo que amenaza en
posible explosión
Hasta el momento en que el mundo entienda
que no le quiero escuchar.
Manos presionan mis músculos y huesos
Evitando que el tazón de mi cabeza se
disipe en pájaros
Que la fragilidad de mis hombros desista
en soportar
Que los cuadros fotografiados zarpen por
doquier
Que las grietas confabulen contra mi represa
Que los imaginarios disparen y tomen mi lugar.
Mi cabeza quiere dejar de ser
Se ha cansado
Ha sucumbido al estallido fatídico de las olas
Que se expanden dentro y en su entorno.
No la quiero ver
Es un cascarón sin cría
Es una gelatina sin fuente
Una bola de agua cubierta de papel.
Pero las manos no dejan la muerte, no
la ven
prensan hacia el centro
todas se han unido en exasperación
mas, ninguna quiere verme destruida
cuando estoy sola
alguien tiene que ver los fragmentos
incrustándose en las paredes
mi cuerpo derramándose como un bloque
de cemento.
Más tarde y con mayor displicencia
las manos se sublevan y vuelan por los
aires, al lado de los fragmentos
pretendiendo no mirar mi rostro que se
destruye
no ver la caída libre en que mi cuerpo
se dispara
pues, el piso también ha querido escapar
hacia abajo
como una gran mano que se niega a
contenerme en mi desesperación.

https://poetassigloveintiuno.blogspot.com.ar/2014/12/alejandria-carranza-14274-poeta-de.html