viernes, 30 de agosto de 2019

Mi gato Onetti es largo (Raquel Martín Caraballo)



Mi gato Onetti es largo
como el invierno.
Va de un muro a otro
y ya no sé cuántas sombras
le han sido atribuidas.
“Tiene usted un gato bipolar”,
me ha dicho el veterinario.
“Dele Prozac ½ y ½”.
Onetti es ingrávido y elástico como el agua.
Araña la noche allá donde más duele.
De pronto se estira como la luz
y salta de la alcantarilla a la esperanza
con una facilidad envidiable.
Onetti es relativo y se cuela en los sumideros.
De no creer en nada pasa a quererlo todo:
Vividor y putero. Navajero y poeta.
A veces es Borges. Otras, Homero.
Depende del ángulo de la luna que lo enfoque,
y de las hojas de marihuana que haya mascado.
Mi gato es un chicle viejo como el tiempo:
ciego e inmortal. Flaco como el desapego.
Ya no sé cuántas vidas le han sido señaladas.
A veces es blanco. Otras, negro.

(Del poemario Animal de luz)

https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2015/05/raquel-martin-caraballo-15834.html

jueves, 29 de agosto de 2019

de la dulcísima venganza

otros viajeros oscuros partieron la piedra
acomodaron las horas y sus necesidades
indicaron con piedras el sitio donde honrar su poderío 
y la vigencia de sus dioses
con piedra dónde sacrificar los animales 
y las vírgenes que sus tropas no pudieron encontrar

sacrificios a un ejército de dioses propios y sanguinarios
que nada significaban para los vencidos salvo temor y sangre derramada

esos vencedores desarrollaron una nueva esclavitud muy parecida a las pasadas
con nuevas deshonras y escarmientos
dadores de la vida y de la muerte sin embargo 
no podían ni pudieron con su gran perspicacia
atisbar en la sed y el hambre que repartían lo que vendría
no pudieron ver en esos cielos o escuchar de boca de los viejos propios y extraños
lo que el hambre puede y puede la sed de la venganza
no pudieron distinguir ni estratagemas ni fuegos en los ojos ni en las cabezas bajas
ni la posibilidad de revancha de esos hombres con sus piedras afiladas con piedras cada noche
cuando el silencio dormía a los carceleros y a los guardianes de este orden
hombres con las manos rotas o encallecidas que durante el día esperaban el mañana
que con sus lomos ensanchados de ira esperaban un mañana de otras sangres derramadas

y fue
fue la rebelión del oprimido 
la dulce pero sangrienta venganza del vencido
su roja y dulcísima venganza contra esos dioses 
y los hombres que los habían inventado a su propia imagen
y semejanza

sangre derramada





viernes, 23 de agosto de 2019

un día me mataron

un día me mataron y no se dieron cuenta.
no fueron a velarme y tampoco me enterraron.
yo hubiera preferido - lo dije alguna vez, estoy seguro -
un buen fuego de mis carnes y mis huesos,
sin un cura fracasado representando viejas farsas
frente al féretro esperando al crematorio,
con su responso mal leído y su agüita al aire
de destino poco cierto por su mala puntería, 
parkinson mediante o torpeza senil,
sin querer darle el bautismo a nadie 
que no era el caso, y sus babas tristes 
cayendo sobre su sotana arrugada, 
vieja y sucia. yo hubiera preferido, 
simplemente,
lo digo hoy que ya estoy muerto,
una prolija desaparición de mis cenizas 
haciendo rulos con un sentido cierto 
en el agua incierta del inodoro 
al apretar el botón o tirar 
de la prehistórica cadena.




martes, 13 de agosto de 2019

Menos tu vientre (Miguel Hernández)

Menos tu vientre, 
todo es confuso. 
Menos tu vientre, 
todo es futuro 
fugaz, pasado 
baldío, turbio. 
Menos tu vientre, 
todo es oculto. 
Menos tu vientre, 
todo inseguro, 
todo postrero, 
polvo sin mundo. 
Menos tu vientre, 
todo es oscuro. 
Menos tu vientre 
claro y profundo.


      Lo publico, además de por su valor literario, por el valor de su autor. En parte, en homenaje a los que perdieron, en cualquier lado, en todos los lugares del mundo, por sus ideas, por sus impotencias, por luchar contra lo que era demasiado para ellos.
     O lo publico, simplemente, en homenaje a todos los que no pudieron por lo que fuera, como yo.


https://www.poesi.as/mh38b063.htm



https://youtu.be/tZi1Rkw4t3Y

jueves, 1 de agosto de 2019

choripanes (sergio beleiro)

gente que se enfada, odia, esgrime su pureza, apunta con el dedo más blanco y limpio a quien se come un choripán en la manifestación política y se enfada, odia, esgrime su pureza, apunta con el dedo más limpio y blanco a quien paga, asa, reparte, los famosos choripanes. 
estas gentes, del limpio dedo, de la blanca mano, muchas veces muy católicas, cristianas o afines, no reparan, no se acuerdan, no tienen la menor idea, de que en alguna manifestación antigua, en algún monte, en algún lugar allá lejos y hace tiempo, un tipo, aparentemente, con túnica y con barba, a la cabeza de la manifestación, repartió los panes y los peces entre los que fueron al discurso.
diferencia de emparedado. parece que en esas épocas no conocían el chorizo, por lo menos en esos lados o todavía no se había hecho una costumbre. 
no creo, estoy seguro, que lo de los peces o pescados no fueron sushi, porque los peces estaban asados y el discurso en boca de jesús "de ninguna manera podía ser político", aunque alguna vez dijo que era más fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja que un rico se fuera al cielo.