viernes, 22 de abril de 2022

tengo ganas de escribir... (sergio beleiro)

tengo ganas de escribir
navegaciones 
hora
silencio
o tengo ganas de apartar el silencio en una hoja de papel
sin poder tocar el cielo ni la raíz seca e inútil de todo lo que pasa
o tengo ganas de irme
a otros lugares
o nadar sin miedo
y no escribir hora
minuto 
cuarenta días
tengo ganas de decir
pero no tengo ganas de hablar
y este monólogo
escrito o hablado
tampoco agrega nada
está vacío desde antes
es vacío
no agrega 
nada

miércoles, 20 de abril de 2022

Algunas palabras trabajan (Gabriela Saccone)























Algunas palabras trabajan
resguardadas en la sombra,
hasta que alguna muestra el hilo fino
de su vestimenta.
Pero esto sucede en las sombras,
no en la mía.
Mi espalda se llena de bolsas
y, en lugar de palabras,
hay flores secas.
Desprendidas de sus ramas
por alguna ráfaga
adquieren un color nuevo y ahí,
en el silencio de la mudanza,
trato de entender qué significan.
Las amontono para que se abracen
y formen movimientos
de resistencia,
pero están muertas.
 
 
 
Tomado de 



 

domingo, 17 de abril de 2022

Buenas relaciones (Raúl Gustavo Aguirre)


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los prisioneros se detestan
pero a pesar de su rencor
se tratan con educación.

Los prisioneros se detestan
pero no obstante, por dignidad
jamás conversan con el guardián.

Los prisioneros se detestan
pero de noche mantienen diálogos
fingiendo que hablan solos.
 
 
 
Pertenece a Señales de vida, 1062.

De una sala vacía (Mónica Sifrim)


 

 

 

 

 

 

 

 

Poema 5.
 
 
De una sala vacía
A otra sala
Un hilo tembloroso

Pende.

Ser leal a un
Hilo de palabras
Frágiles

Procurado por nadie.

Esa instalación no tiene
Dueño.

Si no la escucha el labrador de puentes
Si no la escucha
Y no es leal

Y no recoge
Con el borde mismo de su encía

Un leve acento
De alguien que bebió

Palabras sucias.

Ser leal al genio
Del oído


Y no trastabillar
Cuando cae de bruces

Y se rompe
Su magnificencia.

Aún así servirle de instrumento

Que en el arpa de tu cuerpo

El genio de oído
Escriba un “leit motiv”



Y que la claridad
No se arrepienta de arrimarse a vos


Como no se arrepiente la mañana
De rosados dedos

De yuxtaponerse

Al odio

De la noche.
 
 
Pertenece a El mal menor, Ed. Bajo la luna, 2008.

sábado, 16 de abril de 2022

La estratega (Alicia Genovese)


 

 

 

 

 

 

 

                        Mover las sombras es lo que se hace
                        cuando no es posible discernir lo que
                        está pensando el adversario
                                               MIYAMOTO MUSASHI

 
Fingir un ataque poderoso
para conocer en las reacciones
la intención del otro;
es lo que un maestro oriental llama
mover las sombras.

Pero no hubo respuestas;
los ejércitos no se desplegaron
en escuadra,
los barcos no izaron sus velas
en el viento de la furia,
ni partieron columnas de avanzada,
con sus petos inclinados
y su andar sigiloso.
Ningún guerrero solitario
saltó por detrás de la espesura
con una verdad afilada
como un sable legado por ancestros.

Nada que pudiera encontrarse
en el arte de la guerra;
apenas una contenida alteración
y unas palabras suaves
en el camino de los ojos;
sólo la palidez de quien intenta
relajar su movilidad;
una fineza experimentada
en el combate, que distingue
la clase de golpes,
por el pulso del corazón.

Un peligro mayor
deshacía su estrategia
y la del maestro oriental;
le descomprimía los músculos
y la invadía
con una inequívoca exudación;
estaba siendo amada,
más aún, debía aceptarlo.
 
 
De "La hybris", Ed. Bajo la luna, Bs. As., 2007.

jueves, 14 de abril de 2022

Entonces alguien dijo (María Negroni)


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
entonces alguien dijo:

que se alce una nube
promulgando leyes

que nos libre
del qué de la belleza

alguna realidad
más íntima aún que lo real
debe haber

alguna profecía
             en los alrededores
                          de la circunstancia

alabado seas Nadie

alabado en tu lecho de noche
donde abundan los peces
de invención salvaje

yo sé y él sabía
y nosotros sabremos
a veces
            y a veces no
del horror interior
de lo exterior

alguien dijo:

que una alianza nos lleve
al asombro que duerme
de cuerpo entero

alabado seas Nadie
que te eriges al centro
donde él estuvo y yo estaba
y nosotros a veces

tan pocas veces

mortalmente infinitos
soñamos que somos
 
 
 
Pertenece a Oratorio.
 
 

miércoles, 13 de abril de 2022

Canción del precipicio (Dolores Etchecopar)


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La mujer sigue agitando su vestido huérfano
en la milenaria colina
ya se dormirá con los pastos
y las hondas hormigas joyeras de la muerte
dijeron
nadie supo por qué quiso esa noche tan fría
cantar en el coro de los perros
nadie sabe por qué esa noche sin consuelo
ella estaba sentada
abierta en la parte inesperada de su alma

 
En Canción del precipicio, 1994.
 

Los dos hombres (Osvaldo Rossler)


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La suma de mis actos
explica toda la idiotez del mundo,
gestos inútiles, gozos inestables,
toda la vida que pulula en torno
del hombre exterior que determina mis actos
me asemeja a lo inconsciente, inexplicable
vida de las bestias.
Pero a veces en un minuto fugaz,
en un instante que asuela mi mente,
el hombre interior siempre pegado a mis entrañas
adivina el absurdo de todas mis empresas,
entonces, sin llanto que me auxilie,
como un único hombre frente a una tierra
enemiga,
creo que la angustia que me invade
explica toda la soledad del mundo.

 
(De Obra poética)
Tomado de La poesía del cincuenta, Centro Editor de América Latina, 1981.

lunes, 11 de abril de 2022

Remininiscencias (Mercedes Roffé)


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
19 de mayo

Reminiscencias

hoy en el cielo hubo fuegos
y grises
y algún jirón rosado
desplegándose
sobre el río brumoso
–su horizonte

hoy fue un día de luces
y sorna y farsa
y algún mirar fastidiado

un desencuentro

un libro que alguien dejó caer en tus manos
una pregunta
una espera

hoy quienquiera que fuese
leyó como si amara
en la palabra el alma que la intuye
o labra
o borronea

hoy alguien susurró
al oído de alguien
un poema improbable
incierto

receloso

como una garúa


De Diario ínfimo, Ed. La isla de Siltolá, 2016.

Tomado de https://www.vallejoandcompany.com/7-poemas-de-diario-infimo-2016-de-mercedes-roffe/


domingo, 10 de abril de 2022

Al pie de la letra (Olga Orozco)


 









El tribunal es alto, final y sin fronteras.
Sensible a las variaciones del azar como la nube o como el fuego,
registra cada trazo que se inscribe sobre los territorios insomnes del destino.
De un margen de la noche a otro confín, del permiso a la culpa,
dibujo con mi propia trayectoria la escritura fatal, el ciego testimonio.
Retrocesos y avances, inmersiones y vuelos, suspensos y caídas
componen ese texto cuya ilación se anuda y desanuda con las vacilaciones,
se disimula con la cautela del desvío y del pie sobre el vidrio,
se interrumpe y se pierde con cada sobresalto en sueños del cochero.
¿Y cuál sera el sentido total, el que se escurre como la bestia de la trampa
y se oculta a morir entre oscuras malezas dejándome la piel
o huye sin detenerse por los blancos de las encrucijadas, laberinto hacia adentro?
Delación o alegato, no alcanzo a interpretar las intenciones del esquivo mensaje.
Difícil la lectura desde aquí, donde violo la ley y soy el instrumento,
donde aciertos y errores se propagan como una ondulación,
un vicio del lenguaje o las disciplinadas maniobras de una peste,
y cambian el color de todo mi prontuario en adelante y hacia atrás.
Pero hay alguien a quien no logra despistar la ignorancia,
alguien que lee aun bajo las tachaduras y los desmembramientos de mi caligrafía
mientras se filtra el sol o centellea el mar entre dos líneas.
Impresa está con sangre mi confesión; sellada con ceniza.


De La noche a la deriva, 1984.

sábado, 9 de abril de 2022

Demasiados árboles (Paulina Vinderman)


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Demasiados árboles
confundieron los caminos.
Demasiados incendios
devastaron las huellas
que creí haber dejado impresas para el viaje.
Ahora la libertad elegida
es apenas una prisión en movimiento.
Y el dolor
es una estatua erigida al dolor.
Tuve que crecer para saber quién soy
Ahora debo olvidar quien soy
para poder crecer.


De La otra ciudad, Ed. Botella al mar, 1980
Tomado de Poesía de un tiempo indigente, Ed. Plus Ultra, 1981.

Vivir (Flor Schapira Fridman)


 















Vivir
es mucho más que hundirse o sostenerse,
descubrir el origen de las cosas,
sollozar cuando nos duelen las equivocaciones.
Vivir
es primavera y es angustia;
es lunes y es invierno,
y también flores en jardines
donde la luz penetra su grave ceremonia;
es relojes y siempre simetría
junto a las alucinaciones
de tanta adolescencia que repite su cuento
con pudor y acaso con nostalgia.
Vivir
es obtener la llave del viento de la noche,
violar el surco donde nace el trigo,
morder la piel y el corazón del ave,
gozar la espuma palpitante de los ríos,
y el oleaje sonoro del mar.
Vivir
es despedirse,
recibir y perder
todos los días;
envejecer, cantar,
ser uno mismo,
finalmente.
Pero nunca volver,
nunca ser otra vez;
nunca poder asirse al zodíaco senil
de la costumbre.
Ser hoy,
ser de improviso,
ser con toda la sangre
ser sabiendo.
Porque ser hoy es ser,
y no hay demora,
y no hay regreso,
sino tan sólo hoy,
habitando la carne del día;
sombras al margen de los cuerpos,
voces enumerando situaciones,
moles de cal y de cemento creciendo desde el sótano;
enraizadas semillas entre el barro;
un irisado laberinto de lágrimas y júbilo
que sube hasta el crujiente polvo
en este suntuoso, infinito,
fugaz acontecerse de uno mismo.


De Memorias de la víspera, Ed. Losada.1955.
Tomado de Poesía de un tiempo indigente, Ed. Plus Ultra, 1981.



viernes, 8 de abril de 2022

Soy una mujer sin problemas (Juana Bignozzi)


 

 

 

 

 

 

 

 

 
Todos lo saben
y entonces buscan mi compañía para charlar por las noches.
Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo
y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,
porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,
dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida
que no entra en mis planes.
Sin embargo yo sueño por las noches
con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme;
yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora
me habla amigablemente del resto del mundo
y de mis múltiples amores, tan simpáticos,

tan apropiados como tema de conversación.
 
 
 
Mujer de cierto orden, 1962.
Tomado de Mujer de cierto orden, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1990.

miércoles, 6 de abril de 2022

Hablemos del lobo (Mario Trejo)


 

 

 

 

 

 

Solidario en la nieve olfatea
Perseguidor de huellas y tufos

La víctima comparece

Salto
Dentellada
Sangre sobre la nieve
Breve pasión que otro verdugo
Desde lejos
Abolirá de un balazo

El reino de la necesidad no conoce moral.


El uso de la palabra, Editorial Lumen, España, 1979.

sábado, 2 de abril de 2022

Una red de mirada (Roberto Juarroz)









Una red de mirada
mantiene unido al mundo,
no lo deja caerse.
Y aunque yo no sepa qué pasa con los ciegos,
mis ojos van a apoyarse en una espalda
que puede ser de dios.
Sin embargo,
ellos buscan otra red, otro hilo,
que anda cerrando ojos con un traje prestado
y descuelga una lluvia ya sin suelo ni cielo.
Mis ojos buscan eso
que nos hace sacarnos los zapatos
para ver si hay algo más sosteniéndonos debajo
o inventar un pájaro
para averiguar si existe el aire
o crear un mundo
para saber si hay dios
o ponernos el sombrero
para comprobar que existimos.


De Poesía vertical, 1958.