Una de las cosas que sucede con nuestro modelo
de participación ciudadana es que la gente está cada vez
más convencida de que mirando los acontecimientos
en la pantalla chica se compromete más que el que
no ha visto nada.
Que se piense de este modo es una perversión que los
dueños de los medios alimentan con el propósito de que
la gente se ocupe más de lo que ocurre en la pantalla
que de lo que ocurre en la realidad.
Este compromiso virtual le parece obvio a la persona que,
sentada confortablemente, piensa que basta apagar el
aparato para ponerse a salvo de la furia de la inundación.
El compromiso fue tomado de Noticias del alud, Diario de
Poesía Nº 54, Invierno de 2000, Argentina.
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