sábado, 29 de octubre de 2022

Las postales de la barbarie - Los dioses (Selen Arango Rodríguez)


 












Las postales de la barbarie

I
El desierto guarda marcas de los cuerpos que lo regaron con su sangre.
Ellas se unen para ser grito en noches de sed y frío, mientras ellos
esconden sus cuerpos del sol.

II
Estos pensamientos fueron lanzados como
una rueda que bajara incesante
por las montañas de arena de la Ciudad Juárez.
Las ideas de estas postales
trataron de ser un columpio donde una niña
se imaginaba tocando el cielo
cada vez más cercano al miedo del pájaro huyendo de un árbol.

III
Estos pensamientos no son una flor con el rostro de una niña acabada
de nacer
y abierta para el sol.
Estas postales no caben juntas entre los desechos del día.
Tampoco entre las manos anchas de un hombre que sonríe al recibirlas.
Ellas son cadáveres de mujeres.

IV
Posiblemente, estas razones sean las del débil: tienen lugar en la
tragedia donde una hermana pide sepultura para su otra hermana
antes que ella sea comida por los pájaros de la carroña.


Los dioses

Los dioses nacieron cuando el primer hombre vio cómo la
tierra quería tragárselo.


Tomado de: La poética colombiana contemporánea en Zamora, Michoacán (México). 
Bogotá: Universidad Libre, 2019.

domingo, 16 de octubre de 2022

Tu voz es mi voz y es la de todos (Carlos Aguasaco)


 









                                    Mienten, Julia de Burgos. Mienten, Julia de Burgos.
                                    La que se alza en mis versos no es tu voz: es mi voz”
                                    –“A Julia de Burgos” por Julia de Burgos–.

                                                            Del libro Yo misma fui mi ruta (1938).


Mienten, Julia de Burgos. Mienten
anuncian la igualdad en el papel pero van por ahí prodigando diferencias
y en las trastiendas se ufanan de sus propiedades
y la seda de sus corbatas
Mienten, Julia de Burgos. Mienten
y su mentira es de piedra como la risa sardónica de un dinosaurio
Mienten, Julia de Burgos. Mienten
con mentiras de aire que van al aire y se propagan en la peste del olvido
Mienten, Julia de Burgos. Mienten
nada saben de La mujer ante el dolor de la patria
nada saben de La mujer ante el dolor de la patria
nada saben de La mujer ante el dolor de la patria
Mienten, Julia de Burgos. Mienten
si pudieran, volverían a dejarte morir en las calles de Harlem
si pudieran, volverían a arrojarte en una tumba sin nombre si pudieran,
quemarían la bandera monoestrellada que llevas zurcida en el alma
Mienten, Julia de Burgos. Mienten
pero su mentira es impotente y eso los enfurece
su mentira es impotente y eso los castra
su mentira es impotente y eso los humilla
Mienten, Julia de Burgos. Mienten
pero su esfuerzo es inútil frente a tu voz
que es mi voz y es la de todos.



lunes, 10 de octubre de 2022

A Julia de Burgos (Julia de Burgos)


 










Ya las gentes murmuran que yo soy tu enemiga
porque dicen que en verso doy al mundo tu yo.
 
Mienten, Julia de Burgos. Mienten, Julia de Burgos.
La que se alza en mis versos no es tu voz: es mi voz,
porque tú eres ropaje y la esencia soy yo;
y el más profundo abismo se tiende entre las dos.
 
Tú eres fría muñeca de mentira social,
y yo, viril destello de la humana verdad.
 
Tú, miel de cortesanas hipocresías; yo no;
que en todos mis poemas desnudo el corazón.
 
Tú eres como tu mundo, egoísta; yo no;
que todo me lo juego a ser lo que soy yo.
 
Tú eres solo la grave señora señorona;
yo no; yo soy la vida, la fuerza, la mujer.
 
Tú eres de tu marido, de tu amo; yo no;
yo de nadie, o de todos, porque a todos, a todos,
en mi limpio sentir y en mi pensar me doy.
 
Tú te rizas el pelo y te pintas; yo no;
a mí me riza el viento; a mí me pinta el sol.
 
Tú eres dama casera, resignada, sumisa,
atada a los prejuicios de los hombres; yo no;
que yo soy Rocinante corriendo desbocado
olfateando horizontes de justicia de Dios.
 
Tú en ti misma no mandas; a ti todos te mandan;
en ti mandan tu esposo, tus padres, tus parientes,
el cura, la modista, el teatro, el casino,
el auto, las alhajas, el banquete, el champán,
el cielo y el infierno, y el qué dirán social.
 
En mí no, que en mí manda mi solo corazón,
mi solo pensamiento; quien manda en mí soy yo.
 
Tú, flor de aristocracia; y yo, la flor del pueblo.
Tú en ti lo tienes todo y a todos se lo debes,
mientras que yo, mi nada a nadie se la debo.
 
Tú, clavada al estático dividendo ancestral,
y yo, un uno en la cifra del divisor social,
somos el duelo a muerte que se acerca fatal.
 
Cuando las multitudes corran alborotadas
dejando atrás cenizas de injusticias quemadas,
y cuando con la tea de las siete virtudes,
tras los siete pecados, corran las multitudes,
contra ti, y contra todo lo injusto y lo inhumano,
yo iré en medio de ellas con la tea en la mano.


viernes, 7 de octubre de 2022

escupir sombras cansa (sergio beleiro)



escupir sombras cansa /
cansa no saber /
también mirar por la ventana
y no ver nada /
o salir al camino y no llegar nunca /
cansa perderse /
pensar en estas cosas 
cansa

miércoles, 5 de octubre de 2022

Ciudad olvidada (Fabiola Acosta)










Lo que ves no es mi ciudad desteñida
No son mis aguas derramadas
No son mis silencios
No son mis guerras
No son mis cenizas

Lo que ves es el miedo
Un miedo de clavos que va por dentro
Un miedo que se alimenta de una ciudad seca que traga árboles
que construye tumbas sin nombres y le reclama al dolor sus hojas secas

Lo que ves es el tiempo vencido petrificado
y fatigado en un cuerpo recogiéndose en la garganta.
subiendo por los labios, envolviendo el mal en sus manos.

Lo que ves es tu sangre vestida de hielo


Tomado de: La poética colombiana contemporánea en Zamora, Michoacán (México). 
Bogotá: Universidad Libre, 2019.