domingo, 28 de octubre de 2018

lo que pueden ver

pueden ver parte de tus ruinas
las que llevás en la ropa 
como trapos viejos o pilchas
que ya no son para vos /
y en los ojos
en las arrugas de la cara /
porque cada marca puede mostrar
unos ladrillos rotos en el piso /
tus callados escombros
parte de tus ruinas
las que dejás ver
o las inevitables /
pero no lo pueden ver todo
la cuenta final de los destrozos
las últimas piruetas del desastre /
así como tampoco
pueden ver si algo bueno queda
si un fuego permanece o fruto del desastre 
nace algo todavía sin cualidad ni dirección /
pero no miran tanto
o no atienden a sus ojos 
ni a los tuyos /
nunca guían su mirada
donde no se muestre lo obvio





martes, 9 de octubre de 2018

Quizá todo esto (Wislawa Szymborska)

Quizá todo esto
esté sucediendo en un laboratorio.
Bajo una lámpara de día
y millones de lámparas de noche.

Quizá seamos una generación de prueba
vertidos de un recipiente a otro
agitados en las retortas,
observados por algo más que un ojo,
cada uno por separado
cogidos al final con pinzas.

Quizá de otro modo:
sin intervenciones.
Los cambios suceden por si mismos
conforme al plan.
La aguja gráfica dibuja lentamente
los zigzags previstos.

Quizá hasta ahora no haya en nosotros nada interesante.
Los monitores de control pocas veces se conectan.
Solo si hay una guerra, y de las grandes.
Algunos vuelos más allá del terrón de la Tierra.
O grandes migraciones del punto A al punto B.

Quizá al revés:
Solo les agraden los episodios.
He aquí una chiquilla en una gran pantalla
cosiéndose un botón a la manga.

Los sensores silban,
el personal acude.
¡Ay qué personaje es éste
con su pequeño corazón latiendo dentro!
¡Qué seriedad tan graciosa
al enhebrar la aguja!
Alguien exclama exaltado:
¡Avisen al Jefe,
que venga y lo vea él mismo!


Trad. de Gerardo Beltrán, Abel A. México. FCE, 2008.

Tomado de  https://elmundoincompleto.blogspot.com/2017/04/quiza-hasta-ahora-no-haya-en-nosotros.html

domingo, 7 de octubre de 2018

Polvo para morder - Fragmento (Jorge Boccanera)

VII

finalmente
                 palabra
he de morder el polvo
    para que tú
puedas mover las alas
    para que yo
respire de tu aire
    sin conocer
el aire que respiro



Polvo para morder, Ediciones Libros de Tierra Firme, 1986.

sábado, 6 de octubre de 2018

Vuelta alrededor del parque (Romy Sordómez)

Dime en qué piensas cuando coges la bicicleta                               
y das la vuelta alrededor del parque, 
cuando te persiguen los automóviles
con faros rotos
y por ahí aparece el auto del hombre
que murió ahogado.

Dime en qué piensas cuando nadas
y te sumerges hasta el fondo del mar;
si deseas ya no pensar
sino voltear la esquina,
detenerte,
tomar un agua cielo,
y seguir dando vueltas alrededor del parque.

Dime por qué detienes la mirada en el anciano filatelista
que pasea de la mano con su enfermera,
en la pareja que sentada en una banca se acaricia
frenéticamente,
en el perro que orina sobre el poste de luz.

Dime por qué detienes la mirada en ellos
y en cada vuelta alrededor del parque ya no los reconoces;
y aunque escuches decir
que no hay nada más aburrido que dar la vuelta alrededor del parque,
piensas en lo que piensas a la hora de introducirte al mar
en que mañana tendrás que sacar la basura,
recoger a los niños de la escuela,
buscar el lugar y el momento preciso para amar...


Y tú sin darte cuenta,
mientras haces todas esas cosas,
desearás recuperar la ansiosa necesidad de dar la vuelta
alrededor del parque
porque en el momento en que piensas en todo aquello
te impides sentir el viento acariciar tu rostro, tus manos, tu espalda;
a la vez que te impides sentir el agua salada
cuyas gotas brotan de tu cuerpo como pequeñas esferas de sal;
porque cuando coges la bicicleta y das la vuelta alrededor del parque
esperas que una ola te tumbe y te deje varado en la orilla
en una tarde azul.


Tomado de  https://transtierrosblog.wordpress.com/2016/06/28/romy-sordomez-vuelta-alrededor-del-parque/

martes, 2 de octubre de 2018

Planetas (José Di Marco)

                                          a F.C.

Lo curioso es que se ha desprendido
un pedazo de mampostería del techo del restaurante
donde comemos, y que no estamos borrachos todavía.
Si esos escombros hubieran caído
sobre nuestras cabezas...
Si el vino oscuro se hubiera
apoderado de nuestras lenguas
y la charla se nos llenara de muertos...
Yo, que he leído con devoción sus poemas
y convertido en un manual de primeros auxilios
el hálito que se desprende del latigazo de sus frases,
le pregunto si hay un secreto para su arte.
"No tomarse en serio la literatura
-me dice
y ser un lector de la propia obra."
Después viene el café, la cuenta, la caminata
bajo un cielo que se va poniendo espeso.
Mientras la tormenta desparrama sus estruendos,
nos vamos separando. De vuelta cada uno
luego de un provisorio alineamiento
al perímetro de su órbita personal.


Tomado de  https://elmundoincompleto.blogspot.com/search?q=jos%C3%A9+di+marco

Kolumbowie (Jan Bolesław Ożóg)

Hace tiempo
encargamos ataúdes.
Cuando llega el otoño los llevamos arriba
y en el fondo ponemos manzanas olorosas.
De momento nos sirven de despensa
y huelen a manzana
y se las vamos dando a nuestras nietas
para que se las lleven a la escuela.
Alguno con dos sables
cual alas sobre sordos y agrietados oídos
suelta su perorata
junto a las largas mesas
de torpes bebedores de cerveza
y aprieta con las manos el corazón inquieto.
Le diré que lo suelte,
que ya no nos engaña,
que los sables de junco cuando están en sus manos
no se transforman raudos en acero.
Que sobre la cabeza
haga batir las alas
hasta que con el féretro lo esparzan.
Nosotros
tenemos ataúdes de madera
pero los reservamos para la Fiesta Grande.
De momento subimos con escalas de mano levantamos
sus tapas y olemos las manzanas.

[El término Kolumbowie proviene de una novela de Román Bratny
(Cracovia, 1921) titulada Kolumbowie, Rocznik 20 (Kolumbowie, la
Quinta del 20) del año 1957. Designa a la generación de jóvenes
polacos cuya juventud transcurrió durante la II Guerra Mundial y en
cuyas acciones bélicas tomaron parte activa.]


Tomado de https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2016/08/jan-boleslaw-ozog-19068.html

lunes, 1 de octubre de 2018

todo lo que quise

todo lo que quise
todo lo que no dije
todo lo que no supe
todo lo que vi y no
todo lo que oí y no
todo lo que pensé
todo lo que fue sueño y nada más
todo sueño que capotó sin comenzar
toda noche que inventó las palabras
todo día que las sepultó en el pecho
en la garganta que no supo escupirla
en la lengua que se trabó sin traba
en los labios que perdieron todo movimiento
todo lo que pudo ser
y ahora es ficción pura
deshechos
cuentos para no ser escritos
todo lo que no pudo ser 
y es 
agua salada seca en un mar 
sin vestigios de navíos

todo lo que me atreví a soñar
lo que me atreví a planear
lo que me decidí a hacer
(cada palabra
cada gesto
cada mirada)
y no hice
está en las cenizas
de ayer y hoy
que mañana
una ráfaga 
un airecito que venga de cualquier lado
volará fácilmente
o simplemente será
polvo que no se puede descifrar