miércoles, 25 de agosto de 2021

Cómo alcanzar el paraíso (Daiva Čepauskaitė)










Debes tener coraje
para escribir un poema,
debes tener coraje
para no escribir un poema,
debes decir hola
y adiós
debes tomar vitaminas
debes respetar a todas las personas
y amar solamente a una
da igual si se lo merece o no,
debes sufrir en silencio
y permanecer pacientemente callado,
permanecer callado cuando alguien habla
y hablar cuando toda la gente calla,
debes arrojar la basura fuera,
regar las flores,
pagar el gas y el agua,
los errores y los aciertos,
debes entregar el corazón
por un ojo y un ojo
por los dientes,
no debes pedir nada
aunque lo desees todo,
y exigirlo todo
aunque no desees nada,
debes dormir cuando toca
y fijar las horas,
encontrar dos zapatos para el pie izquierdo
porque los otros dos son del derecho,
no esperar que alguien regrese
o deje de regresar
sólo porque alguien está esperando,
debes mirar el cielo
porque él nunca te mirará,
debes morir porque es lo que toca,
aunque no lo merezcas,
debes escribir un poema
nacido del miedo
entre un sí y un no,
que hable del porqué,
del para qué,
para ser agradecido
aun cuando
no se lo merezca.


(Trad. Theresa Grinberg)
Cortesía de Jonio González.

lunes, 16 de agosto de 2021

La lista (Sergio Beleiro)

       La lista era imperfecta, casi interminable. Nadie sabe si se llevaban copias de la misma.

       Nombrar ladrones y corruptos, asesinos y falsarios, banqueros y negreros, los esbirros de la prensa y los demás crápulas del mundo, es una tarea inagotable, sin contar que muchas veces la clasificaciones se solapan o se imbrican y ciertos nombres participan en varias categorías sin hacerle asco a ninguna.

       Dios se negó a mirar la nómina de manera terminante porque era Dios y fungía en su forma omnipotente.

       Satanás encontró a la primer ojeada, y consta que no vio más de tres columnas, muchos nombres que revistaron y revistaban en las filas del Señor y por quienes el Señor, haciéndose el difunto, jamás había puesto el grito en el suelo.

       Como toda lista o cualquier enumeración posible, que no tiene más que principio y jamás tendrá final, sólo tendrá lectores sesgados y ladinos acallados, pasará a ser pieza de museo en el mejor de los casos o documento perdido en sótanos mal ventilados criando, en la dejadez de esos recintos, las mutilaciones y manchas del tiempo, el paso de las ratas y la humedad imperdonables.

       Tal vez en ese trámite de manchas y pérdidas irreparables la lista se torne más misteriosa e interesante dando lugar en el futuro a una búsqueda del tesoro que no llevará a ningún tesoro ni a ninguna parte.

       El demonio seguirá siendo el mismo bajo todos sus nombres y Dios alternará entre su omnipotencia, el amparo de la defunción filosófica y el lavarse las manos a lo Poncio Pilato dejando las porquerías de su reino al libre albedrío humano. 

viernes, 13 de agosto de 2021

La cena de los monstruos (Rita González Hesaynes)


 














Esa noche vinieron los monstruos a buscarme.
Les destrocé la tráquea y los fui amontonando
en un trance salvaje en la cocina.
Afilé las cuchillas, despellejé los cuerpos
y herví su carne en grandes ollas grises.
Por las habitaciones circulaba un aroma
siniestro y delicioso. Sobre un mantel a cuadros
con cubiertos de plata los devoré en silencio
y fueron agridulces los bocados, lo juro,
algunos tenían sabor a viaje y a trofeo y a brote,
otros a grillos muertos y teatros vacíos
y todo lo comí, como si no hubiera
otro pan en el mundo.

Porque acaso no haya otro pan en el mundo
que los monstruos.


viernes, 6 de agosto de 2021

Un tanto menos no famosa (Elizabeth Cárdenas)


 









Nunca seremos un tanto famosos
No nos pedirán que escribamos con las uñas en sus carnes desnudas
o que le demos un nombre a esa cosa que somos sin preguntarnos por qué.
La frontera que cruzamos entre la cama y la calle
es como la frontera entre la tele y la realidad
es un show continuo de luces de neón que se pierde cuando la tele
rebota nuestro reflejo un tanto aburrido.
No seremos un tanto famosos
pero podremos gritar en la carnicería el nombre del cerdo que es desmembrado
y el nombre de las entrañas vivas para el asado del domingo
La fama me grita desde la vereda del frente como el gato maullando
al dueño del negocio
la fama bebe en la esquina con sus amigos de bolsillos y halagos gordos
vestidos de papel caro y champán
Le tengo resentimiento, le muestro los colmillos,
le doy el gesto de mi dedo grosero
la mando a revolcarse con los compañeros de juerga
de días de pruebas o fiebre nacional, cuando todos dicen que son amigos
para arrancar de raíz los buzones medio llenos.
Nunca seremos un tanto famosos
porque olvidarme trato de estas historias de la niñez
dura y las caminatas por las veredas soleadas de dientes de león
para poder de una vez sacarme el traje
porque no era verdad que quisiera estar sola, solo quería estar separada
divorciada de una tonelada de cemento
y no puedo olvidarme
ni resetearme
ni perder la memoria
para dejar de ser un tanto menos no famosa.










miércoles, 4 de agosto de 2021

realismo (Sergio Beleiro)

ya no tengo que encontrar un sol
ni una cruz por delante
ni un punto atrás donde afirmarme
estoy debajo y más alto que mí mismo
estoy detrás y adelante de mi fecha
estoy desnudo y sobre mi epitafio
buscando concisión y no silencio
entre palabras viejas
y silencios viejos
y naves que no parten
y navegantes que sólo sueñan 
partir /
estoy vivo 
(creo)
estoy acá
(todavía)
pero ya no espero encontrar lo que no busco
y eso es, entonces, menos sueño o ensueño
y también 
menos pérdida de tiempo



https://www.safecreative.org/work/2108048640191-realismo