sábado, 29 de octubre de 2016

El combate con el ángel (Jacques Prévert)

                    a J .-B. Brunius

No te metas
todo está combinado de antemano
el match está fraguado
y cuando él aparezca en el ring
envuelto en relampagueos de magnesio
entonarán a grito pelado el Te Deum
y antes de que te hayas levantado de tu asiento
te echarán a vuelo las campanas
te arrojarán a la cara
la esponja sagrada
y no tendrás tiempo de sacudirle las plumas
se arrojarán sobre ti
y él te castigará por debajo de la cintura
y te desplomarás
los brazos estúpidamente en cruz
sobre el aserrín
y nunca más podrás hacer el amor.

Tomado de Poesía del siglo XX, Antología de Luis Gregorich, Traducción del poema por Juan José Ceselli, Centro Editor de América Latina, 1969.

N'y va pas
tout est combiné d'avance
le match est truqué
et quand il apparaîtra sur le ring
environné d'eclairs de magnésium
ils entonneront à tue-tête le Te Deum
et avant même que tut te sois levé de ta chaise
ils te sonneront les cloches à toute volée
ils te jetteront à la figure l'éponge sacrée
et tu n'auras pas le temps de lui voler dans les plumes
il se jetteront sur toi
et il frappera au-dessous de la ceinture
et tut t'écrouleras
les bras stupidement en croix
dans la sciure
et jamais plus tu ne pourras faire l'amour.

El poema original lo tomé de:
http://poemasenfrances.blogspot.com.ar/2004/11/jacques-prevert-combat-avec-lange.html
donde se encuentra la misma traducción.

domingo, 23 de octubre de 2016

Poema en línea recta (Alvaro de Campos - Fernando Pessoa)



















Nunca conocí a nadie a quien le hubiesen roto la cara.
Todos mis conocidos fueron campeones en todo.
Y yo, que fui ordinario, inmundo, vil,
un parásito descarado,
un tipo imperdonablemente sucio
al que tantas veces le faltó paciencia para bañarse;
yo que fui ridículo, absurdo,
que me llevé por delante las alfombras de las formalidades,
que fui grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que recibí insultos sin abrir la boca
y que fui todavía más ridículo cuando la abrí;
yo que resulté cómico a las mucamas de hotel,
yo que sentí los guiños de los changadores,
yo que estafé, que pedí prestado y no devolví nunca,
yo que aparté el cuerpo cuando hubo que enfrentarse a puñetazos.
Yo que sufrí la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
me doy cuenta que no hay en este mundo otro como yo.

La gente que conozco y con la que hablo
nunca cayó en ridículo, nunca fue insultada,
nunca fue sino príncipe – todos ellos príncipes – en la vida…

¡Ah, quien pudiera oír una voz humana
confesando no un pecado sino una infamia;
contando no una violencia sino una cobardía!
Pero no, son todos la Maravilla si los escucho.
¿Es que no hay nadie en este ancho mundo capaz de confesar que una vez fue vil?
¡Oh príncipes, mis hermanos!

¡Basta, estoy harto de semidioses!
¿Dónde está la gente de este mundo?
¿Así que en esta tierra sólo yo soy vil y me equivoco?

Admitirán que las mujeres no los amaron,
aceptarán que fueron traicionados – ¡pero ridículos nunca!
Y yo que fui ridículo sin haber sido traicionado,
¿cómo puedo dirigirme a mis superiores sin titubear?
Yo que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.


https://insultismo.wordpress.com/poemas-de-referencia/poema-en-linea-recta-fernando-pessoa/

Este poema Fernando Pessoa lo firmó como Alvaro de Campos, uno de sus heterónimos.
No he encontrado ninguna mención del traductor. Hay otras versiones en la red, alguna más españolizada, otra más literal; preferí ésta porque me sonó bien. Para quien se lleve bien con el portugués le dejo el poema original.


Poema em linha reta

Nunca conhecí quem tivesse levado porrada.
Todos os meus conhecidos têm sido campeões em tudo.
E eu, tantas vezes reles, tantas vezes porco, tantas vezes vil,
Eu tantas vezes irrespondivelmente parasito,
Indesculpavelmente sujo,
Eu, que tantas vezes não tenho tido paciência para tomar banho,
Eu, que tantas vezes tenho sido ridículo, absurdo,
Que tenho enrolado os pés publicamente nos tapetes das etiquetas,
Que tenho sido grotesco, mesquinho, submisso e arrogante,
Que tenho sofrido enxovalhos e calado,
Que quando não tenho calado, tenho sido mais ridículo ainda;
Eu, que tenho sido cómico às criadas de hotel,
Eu, que tenho sentido o piscar de olhos dos moços de fretes,
Eu, que tenho feito vergonhas financeiras, pedido emprestado sem pagar,
Eu, que, quando a hora do soco surgiu, me tenho agachado
Para fora da possibilidade do soco;
Eu, que tenho sofrido a angústia das pequenas coisas ridículas,
Eu verifico que não tenho par nisto tudo neste mundo.

Toda a gente que eu conheço e que fala comigo
Nunca teve um acto ridículo, nunca sofreu enxovalho,
Nunca foi senão príncipe —todos eles príncipes— na vida...

Quem me dera ouvir de alguém a voz humana
Que confessasse não uni pecado, mas uma infâmia;
Que contasse, não uma violência, mas uma cobardia!
Não, são todos o ideal, se os oiço e me falam.
Quem há neste largo mundo que me confesse que uma vez foi vil?
Ô príncipes, meus irmãos,

Arre, estou farto de semideuses!
Onde é que hà gente no mundo?

Então sou só eu que é vil e erróneo nesta terra?
Poderão as mulheres não os terem amado,
Podem ter sido traídos —mas ridículos nunca!
E eu, que tenho sido ridículo sem ter sido traído,
Como posso eu falar com os meus superiores sem titubear?
Eu, que tenho sido vil, literalmente vil,
Vil no sentido mesquinho e infame da vileza.


Bueno, variaciones de las buenas y de las viles, como todas, traducciones. (Toda traducción es vil por lo torpe):.
https://youtu.be/xIIOkGc8rP8

sábado, 15 de octubre de 2016

Como latas de cerveza (Ernesto Cardenal)






















Como latas de cerveza vacías y colillas
de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televisión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como automóviles que pasaban rápidos por las carreteras
con risas de muchachas y músicas de radios...
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
y las canciones de los radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
más que latas vacías y colillas apagadas,
risas en fotos marchitas, boletos rotos,
y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares.



Antología, Editorial Laia, Barcelona, 1979



viernes, 14 de octubre de 2016

hablás solo

hablás solo
porque hay vidas que se rompen
o no nacen
dioses que no existen o defraudan
sombras
malas decisiones y cobardías
lunas que lo empañan todo
caminos que no se encuentran
cristales que deforman o tiñen
lágrimas que no se sueltan
manos que no se tienden
sonrisas
que degradan como falsas risas
sonrisas
que podrían ayudar como un guiño
pero no llegan

domingo, 9 de octubre de 2016

Pisoteado (Henri Michaux)

   Cuando lo hubieron pisoteado durante diez años:
   "Después de todo, dijeron, tenía algunas cualidades.
A partir de hoy, se prohíbe a todos pisotearlo."
   Se fue levantando poco a poco, porque tenía realmente cualidades.
   Pero un domingo, como al pueblo le gusta mucho la juerga, se le permitió que lo pisoteara una vez más.
   Y fue en tal forma aplastado ese solo domingo, o tal vez ya había perdido esa costumbre, que se sintió más miserable que nunca.
   "Después de todo, dijeron, no tenía tantas cualidades"


   Pertenece al libro  Mis propiedades de 1929. Tomado de la antología Poemas (Compañía General Fabril Editora - Bs As 1978).

miércoles, 5 de octubre de 2016

Retrato (Cecilia Meireles)

Yo no tenía este rostro de hoy,
tan calmo, tan triste, tan delgado,
ni estos ojos tan vacíos,
ni este labio amargo.

Yo no tenía estas manos sin fuerza,
tan detenidas y frías y muertas;
yo no tenía este corazón
que ni se muestra.

Yo no advertí este cambio,
tan simple, tan cierto, tan fácil:
¿En qué espejo se perdió
mi imagen?

Poema del libro Viagem, tomado de la antología Poesía contemporánea del Brasil editado en 1972 por la Compañía General Fabril Editora, antologado y traducido por Santiago Kovadloff.


El poema en portugués lo tomé de: 
http://www.casadobruxo.com.br/poesia/c/cecilia.htm

Eu não tinha este rosto de hoje,
assim calmo, assim triste, assim magro,
nem estes olhos tão vazios,
nem o lábio amargo.

Eu não tinha estas mãos sem força,
tão paradas e frias e mortas;
eu não tinha este coração
que nem se mostra.

Eu não dei por esta mudança,
tão simples, tão certa, tão fácil:
- Em que espelho ficou perdida
a minha face?