sábado, 13 de agosto de 2022

Estas no son manos de gigantes (Paul Eluard)


 











      Estas no son manos de gigantes
      Estas no son manos de genios
      Que han forjado las cadenas y el crimen

      Estas son manos acostumbradas a sí mismas
      Vacías de amor vacías del mundo
      El común de los mortales no las estrechó

      Se han vuelto ciegas y extranjeras
      A todo lo que no sea torpemente una presa
      Su placer se parece al fuego desnudo del desierto

      Sus diez dedos se multiplican de ceros en sus cuentas
      Que no llevan nada más que al fondo de las quiebras
      Y su habilidad las colma de nada

      Estas manos están a popa en lugar de estar a proa
      En el crepúsculo en lugar de estar en el alba esplendente
      Y dividiendo el impulso anulan la esperanza


       Estas no son más que las manos siempre condenadas
       Por la multitud alegre que desciende en el día
       En que cada uno podría ser justo para siempre


       Y reír al saber que no se está solo en la tierra
       Al querer conducirse por aquellos hermanos
       Hacia una dicha única donde reír es una ley


        Debernos entre nuestras manos que son las más numerosas
        Aplastar la muerte idiota abolir los misterios
        Construir la razón de nacer y de vivir felices .


        Traducción:  María Teresa León y Rafael Alberti.
        Pertenece al libro Poesía Interrumpida II (1952) y fue tomado de Poemas (1917-1952), Editorial Quetzal, Argentina, 1975.

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