El régimen ordenó degollarlo
legal y dignamente
por escribir versos inarmónicos
y alentar contra nuestro modo cristiano
de vida.
Hoy tres estudiosos demuelen sus palabras
descuartizan sus textos diseccionan sílabas
para demostrar la armonía de sus versos
y su modo cristiano de vida.
Vuelven a asesinarlo.
Esta vez
ilegal e indignamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario