Sombra ya no habita las ciudades
los barrios
esta pequeña sucesión de casas bajas
anda
va
va dejando muertos sin matar
los escupe
los deja caer desde los labios
como una baba gris
hace mucho que no sonríe
ni se acuerda de la risa
mil años que no puede llorar
ni un poco
va
va dejando muertos y sin matar
silencios
se ha secado ha perdido sus humedades
ha perdido las uñas como sueños
ha perdido el pelo como hojas
sin haberse dado cuenta del otoño ni el verano
ha perdido los ojos han quedado
con otros muertos por el camino
como diciendo: los ojos son para el futuro
y si no hay futuro no son más que muertos
que queden atrás
aún sin cementerio
va
va dejando muertos
la piel
la sangre de los pensamientos
las piedras que golpearon cada sentimiento
doblándolo
rompiéndolo
haciéndolo tristeza irredimible
que no deja de sumarse a más tristezas
Sombra ya no habita las ciudades ni los pueblos
y esta pequeña sucesión de casas bajas ya no lo ve pasar
con sus paredes largas y no blancas de vista indiferente
su casa está por aquí
pero ya no es su casa
porque no está a gusto en ninguna parte
y sólo está
para esta cosa de los muertos
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