VII
Ni siquiera un trozo
de esperanza
para darle a los mojados
por la luna
y enseñarle al hombre entero
cómo suena el hambre
cuando cuelga en las paredes
y no sirve para nada la sintaxis
y la física se queda en el retrete
aprendiendo geografía
y el que gana el premio Nóbel
enumera sus inútiles versículos
y la historia se derrite en el duodeno
y me vienen los poetas y me dicen
que están a mi favor.
Habrá que aprender
de nuevo a dividir.
XVII
Pero no pudo
conservar
su inocencia
y a ésta
la hemos encontrado
corriendo por las plazas
buscando
plantar su desnudez
en otro Dios
que le sirviera
mejor
para la vida.
Libro de los fragmentos, Ediciones Ultimo Reino, Buenos Aires, 1989.
En Libro de los fragmentos y otros poemas, antología posterior, figuran los poemas anteriores como VIII y XVIII, y este último con el agregado de un verso.
XVIII
Pero no pudo
conservar
su inocencia
y a ésta
la hemos encontrado
corriendo por las plazas
en forma de aguja, de beso o de paloma
buscando
plantar su desnudez
en otro Dios
que le sirviera
mejor
para la vida.