miércoles, 18 de noviembre de 2020

poema con puente (Sergio Beleiro)

hay una cantidad de sombras que se mezclan
entre sí y con lo que pasa en las calles
con el humo de los micros y los camiones
con el olor a vómito de un vino malo que se levanta en la vereda
bajo el sol del verano en un vapor o perfume destructivo y amenazante
como los olores de orines acumulados a los costados del puente gerli
se mezclan con los pensamientos del presente
con las vaguedades del futuro y con lo que viene del pasado

y hay esa terquedad de persistir y evaluar
de preguntarse torpemente y oscuramente responderse

no se si vale la pena esa persistencia inevitable
de buscar la claridad cuando nos acosa lo oscuro

tal vez sea cierta vanidad o algo que nos inculcaron
a la edad de los aprenderes supuestamente definitivos 
posponiendo incluso algunos juegos necesariamente impostergables
o la pretensión de ser dueños absolutos de nuestra vida 
intentando imposibles bajo supuestos equivocados y tercos

aunque a veces acechados por un falso destino 
que pondremos por delante en el fracaso 
y no tanto en la victoria 
sobre todo en la que juzgamos merecida
apelaremos al fruto soberbio de nuestros mayores e inapelables esfuerzos
para una justificación hipócrita de un mérito que no es tal
porque creció desde un escalón mucho más alto
que otros no tuvieron la gracia ni la fortuna de pisar

sin embargo nadie tiene las fechas y los hechos marcados por la fatalidad
la tragedia es un invento de poetas y dramaturgos que conocieron
seguramente muchos puentes imponentes pero no el que cruzo cada día

no existe el destino salvo en el punto de la muerte
pero las sombras se mezclan y remezclan
o esa mala costumbre de pensar suele mezclarlas

habría que apagar ese agitador terrible del pensamiento
que nos lo revuelve y nos alienta en sus giros a buscarle
una vuelta o significado a todo lo que no lo tiene 
-porque nada lo tiene- tanto en el crédito como en el descrédito

apagar esa batidora de la mente que nos expulsa centrífugamente 
-cuando buscamos perdidamente el centro- o nos alienta 
a pensar siempre
al pedo
a terminar cruzando siempre el mismo puente
o su espejismo




2 comentarios:

  1. O a buscar otros puentes para cruzar o no cruzar.

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  2. Un nihilismo que nos sumerge en el mundo suburbano de este escritor desencantado, que parece pendular siempre entre los dioses del barro mas profundo y su lirismo existencial.

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