El que no aprende nunca toca el fuego,
el que no aprende nunca da una mano,
el que no aprende nunca vuelve a andar.
El que no aprende nunca se golpea
contra una pared y con la otra
y después con la otra y con la otra
y sigue caminando.
La piedra movediza, 1968.
Tomado de La poesía del 50, selección, prólogo y notas por Daniel Freidemberg, Centro Editor de América Latina, 1981,
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