hay un corazón idiota
que a veces no sabe lo que hace
o se deja llevar por una corriente dañina
un pulmón inoportuno que una noche se moja
se hace pis adentro
y no hay diurético que le pueda tirar un salvavidas
piernas cansadas que quieren caminar y ya no pueden
y un dolor en algún lado que chinga otra vieja coyuntura
o provoca más dolor en otras carnes músculos tendones
ni hablar del cerebro
oculto gran hermano
que lo controla todo aun sin darse cuenta
cuestiones del cuerpo
tareas de los hombres
no hay que dejarse caer en las manos de los dioses
porque no se encontrará ninguno que no sea apócrifo o esté muerto
es preferible un corazón idiota
unos pulmones acabados por el humo y sus cuestiones
estómagos incendiados por la buena y mala bebida o lo que sea
y no ponerse a hablar del intrigante oculto en la cabeza
Las arritmias duran mientras se late por debajo del tenue zumbido del intrigante.
ResponderEliminarSólo es cuestión de saber quien le da el poder al intrigante...
ResponderEliminarSabiendo eso lo podríamos observar sin sobresaltos y descubrir así que su veneno es inocuo