I
Digo las cosas tales como son
O lo sabemos todo de antemano
O no sabremos nunca absolutamente nada.
Lo único que nos está permitido
Es aprender a hablar correctamente.
II
Toda la noche sueño con mujeres
Unas se ríen ostensiblemente de mí
Otras me dan el golpe del conejo.
No me dejan en paz.
Están en guerra permanente conmigo.
Me levanto con cara de trueno.
De lo que se deduce que estoy loco
O por lo menos que estoy muerto de susto.
III
Cuesta bastante trabajo creer
En un dios que deja a sus creaturas
Abandonadas a su propia suerte
A merced de las olas de la vejez
Y de las enfermedades
Para no decir nada de la muerte.
VII
Queda de manifiesto
Que no hay habitantes en la luna
Que las sillas son mesas
Que las mariposas son flores en movimiento perpetuo
Que la verdad es un error colectivo
Que el espíritu muere con el cuerpo
Queda de manifiesto
Que las arrugas no son cicatrices.
XVII
Analizar es renunciar a sí mismo
Sólo se puede razonar en círculo
Sólo se ve lo que se quiere ver
Un nacimiento no resuelve nada
Reconozco que se me caen las lágrimas.
Un nacimiento no resuelve nada
Sólo la muerte dice la verdad
La poesía misma no convence.
Se nos enseña que el espacio no existe
Se nos enseña que el tiempo no existe
Pero de todos modos
La vejez es un hecho consumado.
Sea lo que la ciencia determine.
Me da sueño leer mis poesías
Y sin embargo fueron escritas con sangre.
El poema completo en http://www.nicanorparra.uchile.cl/antologia/otros/cartaspoeta.html
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