martes, 1 de septiembre de 2015

como un verso de césar vallejo

esto me duele como un alma
como negrura incomprensible
y algún verso de vallejo
me duele corroyéndome la espalda
deslindándome el paladar de la palabra

¡pero si sólo leí unos versos / dos o tres!
es otra cosa / es
otra cosa

¡palpé un poema aquí y allá sin detenerme
sin ajustarme al ritmo demasiado
sin crujir un poco por si acaso
sin intentar traducirlo al esperanto!

no no
¡otra cosa!
tiene que ser otra cosa

sin embargo o embargado hasta los huesos
hasta las comas señor yo se lo digo
supe que algo me dolía en lo profundo
en pleno rostro de todo lo improbable
como un alma cristiana sin un dios para rezarle
y supe entonces también que había venido
¡sí! llegado con sus penas sus mares y diluvios
para quedarse entre mis carnes y mis canas
tal vez debajo de la calva o molestando
entre los dientes como buscando unas palabras
para mover cada viga de la casa y cada hueso
más allá del temblor que mansamente
se quedó en cruel amenaza de debacles

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