lunes, 11 de enero de 2021

Puta (María Ruiz García)

Cuando sea grande quiero ser una puta.
Tener el clítoris gastado y calloso.

Sentir que se me enredan los labios flácidos y lánguidos de la
vagina con las estrías de los muslos.

Quiero tener todo tipo de enfermedades venéreas: todas las
verrugas, chancros, infecciones, herpes y demás padecimientos
genitales (al SIDA, se le reserva el derecho de admisión).

Quiero que las tetas me lleguen al ombligo por tanto amasijo.

Que las carnes, mis carnes, no se estremezcan ni siquiera con el
contacto de una descarga eléctrica.

Quiero tener la lengua y la boca secas, agrietadas (como una gata
callejera con anemia).
Quiero que los ojos se me apaguen de repetición e insensibilidad.

Quiero adosarme al rostro una mueca de placer ficticio,
una mueca exhibicionista que trascienda las camas y los ataúdes,
que salga a pasear conmigo por los centros comerciales, por las
avenidas, por los parques, por las estaciones de tren.

Entonces, cuando te encuentre, después de tanto andar y tanto fingir,
borrarme el entumecimiento de la expresión con un poco de agua y jabón.

Mirarte a los ojos y amarte.

…Y quiero, por encima de todo, que cuando te vayas no dejes ni
un centavo, ni una colilla de cigarro, ni siquiera el vago recuerdo
de tu perfume o la reverberación de tu voz ausente.


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