cuando vengas
añoraré los días
en que los perros hundían el morro entre mis piernas
en nombre de sus dueños.
cuando vengas
tendré que archivar para siempre mi reclamo
a aquel que me llama en semanas alternas
por haberse perdido mi ovulación
y su alarde primaveral
su manía de ponerme las tetas
como faros traicioneros
que encandilan a navegantes
tetas leudantes que buscan manos panaderas
que me enmantequen y me enharinen
cuando vengas
caminaré liviana
sin el peso del óvulo en las trompas
que me hace contonearme a cada paso
un micrón más alta y dos más ancha
para recibir al alfa
al evolutivamente adecuado
que
(están verdes barra nunca quise)
cuando vengas
a ponerme el escote fucsia de calores
cuando me haya olvidado de la arritmia
en aras del hueco y el sofoco
¿qué baile nuevo me deparará la hormona?
¿a quién le informaré en tiempo real
sobre el contorno de mi culo y su querencia?
¿a quién le contaré
que ya no ando alborotando perros
y que los dueños me parecen muy cansinos
y que quiero que me amasen de otra forma?
cuando vengas
me parece que me quedaré callada
y dejaré que me cuentes
de qué va esta sustitución de calendarios
a qué sabe el arroz por fin pasado
cómo suena el tren que se aleja por la vía
cómo es abrirse
y no pensar
en la condena de posibles homúnculos
con cara de panaderos en miniatura
con cara de navegantes.
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