viernes, 20 de septiembre de 2019
Primero sacrificaron a los ángeles (Lenore Kandel)
I
Primero sacrificaron a los ángeles
les ataron las piernas flacas y blancas con cables
y
les abrieron la garganta de seda con un cuchillo helado
Ellos se murieron sacudiendo las alas como pollos
y su sangre inmortal humedeció la tierra ardiente
nosotras mirábamos desde abajo
desde las tumbas y las criptas
mordiéndonos los dedos huesudos
y
temblando con nuestras mortajas manchadas de orín
Los serafines y los querubines no están más
ellos se los comieron y les rompieron los huesos para sacarles el tuétano
ellos se limpiaron el culo con las plumas de los ángeles
y ahora van por las calles empedradas con
los ojos como hogueras
II
¿quién delató a los ángeles?
¿quién robó el santo grial y lo empeñó por una jarra de vino?
¿quién jodió el cuerno dorado de Gabriel?
¿fue alguien de adentro?
¿quién rostizó al cordero de oro?
¿quién tiró las llaves de San Pedro a un
inodoro de North Beach?
¿quién violó a Sta. María con un consolador de plástico
con el sello de aprobación de la Liga de Amas de Casa?
¿fue alguien de afuera?
¿dónde están nuestras armas?
¿dónde están nuestras cachiporras, nuestros lanzallamas, nuestros gases
venenosos, nuestras granadas de mano?
vamos buscando a tientas los fusiles y nos crecen tarjetas de crédito de las rodillas
vomitamos cheques sin fondo
paradas con las piernas abiertas con los esfínteres abiertos llorando espuma de jabón
con nuestros ojos radiactivos
y clamando
por el último rifle
el cañón mesiánico
la bomba pascual
los vientres de las mujeres estallan y los niños salen
abriéndose paso con bayonetas
escupiendo sangre en los ojos de las parteras ciegas
antes de empalarse con sus propia espadas
los penes de los hombres se convirtieron en pistolas de acero azul,
eyaculan balas, esparcen la muerte como un orgasmo
los amantes se revuelcan entre los yuyos arrancándose los genitales
mutuamente con uñas de hierro
los bares naturistas venden sangre fresca en vasitos de papel
libres de gérmenes
servida por un club de mujeres sifilíticas
con máscaras de papel maché
todas con la misma cara pintada a mano de la madre de Hamlet
a los diez
nosotras miramos desde abajo
con los ojos como periscopios
lanzándoles los dedos a los perros como si fueran chupetines
en un esfuerzo por que paren de ladrar
en un esfuerzo por mantener la paz
en un esfuerzo por ganar amigos y convencer a la gente
III
ya desmontamos nuestros refugios antibombas desmontables
ya plegamos nuestros botes salvavidas plegables
y a la cuenta de doce
se desintegraron todos en montañas de mierda de rata
que abonó el crecimiento de flores venenosas
y de plantas carnívoras
nosotras nos amontonamos abajo
agarrándonos el pecho poroso con los brazos cubiertos de moho
escuchando el goteo lento de la sangre de nuestras venas cortadas
levantando la tapa de nuestros cráneos con cierre
para ventilarnos el cerebro
y ellos nos mataron a nuestros ángeles
les vendimos el cuerpo y las horas a los curiosos
nos pagamos la infancia con lavavajillas y Equanil
y en el transcurso de la búsqueda
nos frotamos con sal los nervios sangrantes
y ellos cagaron en la boca abierta de dios
colgaron a los santos con chalecos de fuerza y
doparon a los profetas
ellos negaron tanto a cristo como al gallo
y a buda lo diagnosticaron catatónico
ellos castraron a los curas y a los monjes y
censuraron hasta las palabras de amor
¡Lobotomía para todos los hombres!
y ellos eligieron a un eunuco como candidato a presidente
¡Lobotomía para las esposas!
¡Lobotomía para los hombres de negocios!
¡Lobotomía para los jardines de infantes!
y ellos mataron a los ángeles
IV
ahora en los callejones se juntan los andróginos balanceando sus
cascabeles de leprosos como incensarios mientras preparan el rapto
ritual de dios
la grasa que les brilla en los labios es la gordura de los ángeles
la sangre que les embarra las uñas es la sangre de los ángeles
Ellos se juntan en las calles a jugar a los dados con
los ojos de los ángeles
Ellos están repartiéndose los últimos lotes del armagedón
V
ahora en las postrimerías de la mañana
estamos apartando las piedras debajo de la tierra, de las cuevas
ya abrimos más grandes nuestros ojos con visión de peyote
y nos enjuagamos la boca con el vino de anoche
ya nos sellamos los agujeros de los brazos con polvo y nos escupimos
libaciones mutuamente a nuestros pies
y vamos a salir a la calle a caminar entre ellos y a dar batalla
con nuestras manos magras y vacías en alto
vamos a pasar entre los desconocidos del mundo como un
viento amargo
y nuestra sangre va a derretir el hierro
y nuestro aliento va a derretir el acero
y vamos a mirar de frente con ojos limpios
y nuestras lágrimas van a causar terremotos
y nuestros lamentos van a hacer surgir montañas y detenerse el sol
¡ELLOS NO VAN A MATAR MÁS ÁNGELES!
ni siquiera nosotras
Traducción de Sandra Toro.
Tomado de https://el-placard.blogspot.com/search/label/Lenore%20Kandel
First They Slaughtered the Angels
I
First they slaughtered the angels
tying their thin white legs with wire cords
and
opening their silk throats with icy knives
They died fluttering their wings like chickens
and their immortal blood wet the burning earth
we watched from underground
from the gravestones, the crypts
chewing our bony fingers
and
shivering in our piss-stained winding sheets
The seraphs and the cherubim are gone
they have eaten them and cracked their bones for marrow
they have wiped their asses on angel feathers
and now they walk the rubbled streets with
eyes like fire pits
II
who finked on the angels?
who stole the holy grail and hocked it for a jug of wine?
who fucked up Gabriel’s golden horn?
was it an inside job?
who barbecued the lamb of god?
who flushed St. Peter’s keys down the mouth of a
North Beach toilet?
who raped St. Mary with a plastic dildo stamped with the
Good Housekeeping seal of approval?
was it an outside job?
where are our weapons?
where are our bludgeons, our flame throwers, our poison
gas, our hand grenades?
we fumble for our guns and our knees sprout credit cards,
we vomit cancelled checks
standing spreadlegged with open sphincters weeping soap suds
from our radioactive eyes
and screaming
for the ultimate rifle
the messianic cannon
the paschal bomb
the bellies of women split open and children rip their
way out with bayonets
spitting blood in the eyes of blind midwives
before impaling themselves on their own swords
the penises of men are become blue steel machine guns,
they ejaculate bullets, they spread death as an orgasm
lovers roll in the bushes tearing at each other’s genitals
with iron fingernails
fresh blood is served at health food bars germ free
paper cups
gulped down by syphilitic club women
in papier-mâché masks
each one the same hand-painted face of Hamlet’s mother
at the age of ten
we watch from underground
our eyes like periscopes
flinging our fingers to the dogs for candy bars
in an effort to still their barking
in an effort to keep the peace
in an effort to make friends and influence people
III
we have collapsed our collapsible bomb shelters
we have folded our folding life rafts
and at the count of twelve
they have disintegrated into piles of rat shit
nourishing the growth of poison flowers
and venus pitcher plants
we huddle underground
hugging our porous chests with mildewed arms
listening to the slow blood drip from our severed veins
lifting the tops of our zippered skulls
to ventilate our brains
they have murdered our angels
we have sold our bodies and our hours to the curious
we have paid off our childhood in dishwashers and miltown
and rubbed salt upon our bleeding nerves
in the course of searching
and they have shit upon the open mouth of god
they have hung the saints in straightjackets and they have
tranquilized the prophets
they have denied both christ and cock
and diagnosed buddha as catatonic
they have emasculated the priests and the holy men and
censored even the words of love
Lobotomy for every man!
and they have nominated a eunuch for a president
Lobotomy for every housewife!
Lobotomy for the business man!
Lobotomy for the nursery schools!
and they have murdered the angels
IV
now in the alleyways the androgynes gather swinging their
lepers’ bells like censers as they prepare the ritual
rape of god
the grease that shines their lips is the fat of angels
the blood that cakes their claws is the blood of angels
they are gathering in the streets and playing dice with
angel eyes
they are casting the last lots of armageddon
V
now in the aftermath of morning
we are rolling away the stones from underground, from the caves
we have widened our peyote-visioned eyes
and rinsed our mouths with last night’s wine
we have caulked the holes in our arms with dust and flung
libations at each other’s feet
and we shall enter into the streets and walk among them and do battle
holding our lean and empty hands upraised
we shall pass among the strangers of the world like a
bitter wind
and our blood will melt iron
and our breath will melt steel
we shall stare face to face with naked eyes
and our tears will make earthquakes
and our wailing will cause mountains to rise and the sun to halt
THEY SHALL MURDER NO MORE ANGELS!
not even us
(Collected Poems of Lenore Kandel, North Atlantic Books, 2012).
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