(In memorian Charlie Parker)
Yo me inclino ante un hombre
que rompió simplemente
contra el silencio su cabeza
contra el silencio de la vida de la muerte
de la miseria inútil
del dolor sin sentido
son éstas las alabanzas
de un hombre que sostuvo
que sostuvo y sostuvo
en el fondo de un vaso un sonido sin fin
para que nadie nunca nunca más esté solo.
1954.
De La estrella fugaz, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1984.
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