a F.C.
Lo curioso es que se ha desprendido
un pedazo de mampostería del techo del restaurante
donde comemos, y que no estamos borrachos todavía.
Si esos escombros hubieran caído
sobre nuestras cabezas...
Si el vino oscuro se hubiera
apoderado de nuestras lenguas
y la charla se nos llenara de muertos...
Yo, que he leído con devoción sus poemas
y convertido en un manual de primeros auxilios
el hálito que se desprende del latigazo de sus frases,
le pregunto si hay un secreto para su arte.
"No tomarse en serio la literatura
-me dice
y ser un lector de la propia obra."
Después viene el café, la cuenta, la caminata
bajo un cielo que se va poniendo espeso.
Mientras la tormenta desparrama sus estruendos,
nos vamos separando. De vuelta cada uno
luego de un provisorio alineamiento
al perímetro de su órbita personal.
Tomado de https://elmundoincompleto.blogspot.com/search?q=jos%C3%A9+di+marco
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