viernes, 10 de enero de 2020

Malas ideas (Joseph Capehart)




Cuando te pregunten “¿es usted un criminal?”
Tu respuesta probablemente no debería de ser “puede que sí”
Incluso si la respuesta es “puede que sí”
Cuando te detenga la policía
No te bajes los pantalones
Y oprimas tu negro trasero contra la ventana
Como una suerte de identificación
Cuando estés con tu novia
No hagas un hilarante chiste sobre qué raro sería si fueran tú y ella hermanos
Todas estas son malas ideas.
Tengo malas ideas y me digo “ya deberías saberlo”
“Quién carajo hace eso”, de ese tipo de ideas
No recuerdo exactamente el momento en que aprendí el silencio
Quizás fue en un juego a estar callado
Quizás siempre se me hizo lógico que el ganador es aquel que mantiene la boca
cerrada
Que los sobrevivientes jamás usan su piel demasiado ruidosamente
Quizás fue el tiempo
Quizás fueron décadas de andar de puntillas en mi propia piel
Rezando porque el mundo quisiera recordar cuán fácil es tragarse por completo
a un chico negro
Aprendí el silencio cuando me di cuenta que todos a mi alrededor estaban
hambrientos
Y los aplausos
Y los insultos lanzados contra mi piel
Eran de hecho el sonido de estómagos gruñendo
Ansiando una comida aprendí el silencio
Cada vez que era palmeado en la espalda por no ser “uno de esos negros”
Por no usar mis pantalones como ellos
Caídos por un apesadumbrado corazón
Por no sonar como si viniera
De algún lugar que no sea aquí
Aprendí el silencio
Cuando me di cuenta de que no tengo que decir nada
Las más de las veces soy considerado una amenaza
Desde el momento en que aparezco
Cuántas veces he abierto la boca sólo para escuchar la voz de alguien más
Cuántas veces me he percatado que este cuerpo
No es el mío
De que nunca seré nada más
Que aquello que ustedes ya han decidido que soy

Mi dios
Mi ventrílocuo
Mi Frankestein
Formándome con los retazos
de todos los chicos negros que has despedazado
Llámame monstruo
Y luego corre tras de mí fuera del pueblo
He escuchado la manera en que hablas de la joven gente negra
Dices cómo pueden estar tan enojados
Cómo pueden ser tan ruidosos
Lo que para mí
Suena a cómo pueden ser tan valientes
Cómo pueden reír
Cómo pueden cantar y bailar y amar
Con esta peligrosa piel colgando de sus huesos
No saben acaso
Que no están a salvo aquí
No saben que este mundo está demasiado hambriento
Aprendí el silencio como aprendí a sobrevivir
Como aprendí del camuflaje
Como aprendí a ocultarme a plena vista
Como aprendí a ser el chico negro cool el negro cool
que se ríe de los chistes racistas
Que no ensucia los limpios cielos con su negro puño
El negro cool que sabe que ser negro
No es una forma de vivir
Así que cuando te pregunten “¿es usted un criminal?”
Sábete que el veredicto
Ya ha sido tomado
Tu piel oscura era una condición preexistente
Cuando seas detenido por la policía
Recuerda el nombre de las vidas negras transformadas en tumbas
Pon tus manos sobre el volante y no hagas movimientos repentinos
Cuando estés con tu novia
No te acerques tanto a ella
Como para que pueda probar el miedo y la rabia que se esconden bajo tu lengua
Todas estas son malas ideas
Ya deberías saberlo.


La traducción es de Gustavo Osorio.
Tomé el poema de https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2017/01/joseph-capehart-19888.html


Encontré el poema en idioma original en:
https://effervescene.wordpress.com/2017/01/16/bad-ideas-by-joseph-capehart/

When asked the question,
“Are you a criminal?”
Your answer probably shouldn’t be
“I might be”
Even if the answer is you might be.
When being pulled over by the cops,
Do not pull down your pants and
Press your black ass to the window
As some form of identification.
When making out with your girlfriend,
Do not make a hilarious joke about
How it’d be weird if you were her brother.
These are all bad ideas.
The kind of bad ideas like
“Shouldn’t you know better?”
“Who the hell does that anyway?”
Type of bad ideas.
I don’t remember the exact moment that I learned silence.
Maybe it was a quiet game.
Maybe it’s always made sense to me that the winner
Is the one who keeps his mouth shut.
That the survivors never wore their skin too loudly.
Maybe it was time.
Maybe it was decades of tiptoeing around in my own skin
Praying that the world wouldn’t remember how easy it is
To swallow a black boy whole.
I learned silence when I realized
that everyone around me was hungry.
That the applause and the insults
thrown at my skin were actually the sound
Of growling stomachs,
Waiting impatiently for a meal.
I learned silence
Every time I was patted on the back for not being
“One of those” black people.
For not wearing my pants like they’re beingweighed down from a heavy heart,
For not sounding like I came from anywhere other than here.
I learned silence when I realized I don’t have to say anything.
Most of the time I’m registered a threat the moment I show up.
How many times have I opened my mouth only to hear someone else’s voice?
How many times have I realized that this body is not my own?
That I’m never going to be anything more than who you’ve already decided I am.
You. My God. My ventriloquist. My frankenstein.
Piece me together from the black boys that you’ve picked apart,
Call me monster,
And then run me out of town.
I’ve heard the way that you talk about young black people.
You say “how can they be so angry?”
“How can they be so loud?”
Which to me, sounds like
“How can they be so brave?”
“How can they laugh and sing and dance
And love with such dangerous skin hanging from their bones?”
Don’t they know that they are not safe here?
Don’t they know that this world is so so hungry?
I learned silence like I learned survival,
Like I learned camouflage,
Like I learned hiding in plain sight,
Like I learned being the cool black guy.
The cool black guy that laughs at the racist joke,
That doesn’t dirty clear skies with black fists.
The cool black guy that knows that being black
Is no way to live.
So when asked the question
“Are you a criminal?”
Know that the verdict has already been decided.
Your dark skin was a preexisting condition.
When being pulled over by the cops,
Rehearse the name of black lives turned gravestone,
Put your hands on the wheel,
And don’t make any sudden movements.
When making out with your girlfriend,
Do not let her get so close that she can
taste the fear and anger that you hide beneath your tongue.
These are all bad ideas.
You should know better.


Encontré al propio autor recitándolo en youtube:


https://youtu.be/g14_-rdBmPs



Intenté una versión alternativa sabiendo poco del idioma:


Cuando te pregunten,
“¿Sos un criminal?”
tu respuesta probablemente no debería ser
“puede ser”
incluso si la respuesta es “puede ser”.
Cuando te detenga la policía,
no te bajes los pantalones y
oprimas tu culo negro contra la ventanilla
como alguna forma de identificación.
Cuando te estés besando con tu novia,
no le hagas esa divertida broma acerca de
qué raro sería si vos fueras su hermano.
Todas estas son malas ideas.
Esa clase de malas ideas.
“¿No deberías saberlo?”
“¿Quién carajo hace eso de todos modos?”
Ese tipo de malas ideas.
No recuerdo el momento exacto en que aprendí a callarme.
Quizás fue un juego tranquilo.
Quizás lo más lógico para mí fuera que el ganador siempre
es el que se queda con la boca cerrada.
Que los sobrevivientes nunca usan su piel intensamente.
Quizás fue el tiempo.
Quizás fueron décadas de andar de puntillas en mi propia piel.
rezando para que el mundo no recuerde lo fácil que es
tragarse por completo a un chico negro.
Aprendí a callarme cuando me di cuenta
que todos a mi alrededor tenían hambre.
Que los aplausos y los insultos
lanzados contra mi piel eran en realidad el sonido
de los estómagos gruñendo,
esperando impacientemente una comida.
Aprendí a callarme
cada vez que me palmeaban la espalda por no ser
“Uno de esos" negros.
Por no usar mis pantalones como lo hacen ellos
agobiados por su gran tristeza,
por no sonar como si viniera de otro lugar que no fuera este.
Aprendí a callarme cuando me di cuenta de que no tengo nada que decir.
La mayoría de las veces soy considerado una amenaza en el momento en que aparezco
¿Cuántas veces he abierto mi boca sólo para escuchar la voz de otro?
¿Cuántas veces me di cuenta de que este cuerpo no es el mío?
Que nunca voy a ser más que lo que ya decidiste que sea.
Tú. Mi dios. Mi ventrílocuo. Mi Frankestein.
Creame de los pedazos de los chicos negros que has desacreditado,
llamame monstruo,
y después echame de la ciudad.
Yo escuché cómo vos hablas de la joven gente negra.
Decís "¿Cómo pueden estar tan enojados?"
"¿Cómo pueden ser tan ruidosos?"
Esto para mí suena a
"¿Cómo pueden ser tan valientes?"
"¿Cómo pueden reír y cantar y bailar
y amar con una piel tan peligrosa colgando de sus huesos?"
¿No saben que no están seguros aquí?
¿No saben que este mundo está muy muy hambriento?
Aprendí a callarme como aprendí a sobrevivir,
aprendí a camuflarme,
como aprendí a ocultarme a simple vista,
como aprendí a ser el chico negro cool.
El chico negro cool que se ríe de las bromas racistas,
que no ensucia los cielos claros con sus puños negros.
El chico negro cool que sabe que ser negro
no es una buena forma de vivir.
Así que cuando te pregunten
“¿Sos un criminal?”
Tenés que saber que el veredicto ya ha sido decidido.
Tu piel oscura es una condición preexistente.
Cuando seas detenido por la policía,
recuerda el nombre de tantas vidas negras convertidas en lápidas,
poné tus manos sobre el volante,
y no hagas movimientos repentinos.
Cuando te estés besando con tu novia,
no dejes que se acerque tanto que pueda
probar el miedo y la rabia que se esconden bajo tu lengua.
Todas estas son malas ideas.
Ya deberías saberlo.

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