miércoles, 14 de mayo de 2025

No permitas que ese caballo (Lawrence Ferlinghetti)



 























No permitas que ese caballo
se coma el violín
gritó la mama de Chagall
   Pero él
  continuó
pintando

Y se hizo famoso
Y continuó pintando
  El caballo con Violín en Boca
Y cuando finalmente terminó
saltó sobre el caballo
     y cabalgó
agitando el Violín

Y entonces con una pequeña reverencia lo dio
al primer desnudo que su camino cruzó

Y el Violín tenía todas sus cuerdas rotas.






No dejes que ese caballo se coma aquel violín –gritó la madre de Chagall, pero él continuó pintando y se hizo famoso, y continuó pintando El caballo con el violín en la boca, y cuando él finalmente lo terminó saltó sobre el caballo y cabalgó ondeando el violín, y luego con un saludo bajo se lo dio al primer desnudo que encontró, y no tenía cuerdas atadas.

Traducción de Hugo Muller




Don’t Let That Horse . . .

Don’t let that horse
                              eat that violin

    cried Chagall’s mother

                                     But he   
                      kept right on
                                     painting

And became famous

And kept on painting
                              The Horse With Violin In Mouth

And when he finally finished it
he jumped up upon the horse
                                        and rode away   
          waving the violin

And then with a low bow gave it
to the first naked nude he ran across


And there were no strings   
                                     attached



domingo, 11 de mayo de 2025

Comentarios X (Jorge Boccanera)





                        suena/ un tiro en la noche: el poeta/
                                                        ya/ no/ duerme.
                                                Rafael Góchez Sosa


La gente ha escondido sus ruidos,
sus modos de doler,
ha incendiado sus nombres,
fusilado su ropa,
puesto a dormir su sangre y sus saludos.

Por si esto fuera poco,
los perros de la noche
llevan mi nombre entre sus dientes.



 

miércoles, 23 de abril de 2025

Dicen que no hablan las plantas (Rosalía de Castro)


 









Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman: -Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
-Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

https://www.poemas-del-alma.com/rosalia-de-castro-dicen-que-no-hablan-las-plantas.htm

El poema pertenece al libro En las orillas del Sar y fue escrito en castellano.

Cuando leí el poema me quedé con una duda sobre el segundo verso, "Ni el onda...". El onda me llamó la atención. Pensé en algún error tipográfico, que fuera Onda en lugar de onda y nombrara un río o un viento. No encontré nada al respecto. Ni error tipográfico ni cualquier otro error que se fuera arrastrando por la web en el copiado y pegado. 

Le pregunté a un amigo, Roberto Soto (hijo de gallegos, independiente hacedor de películas), que le preguntó a un amigo, que le preguntó a una amiga (Uxía, cantante, poeta y filóloga gallega). 

La respuesta fue: "El onda” probablemente sea una forma poética de decir “la onda” o “la ola”, en poesía del siglo XIX a veces se usaban formas arcaicas o se alteraban para conservar la métrica.

Me inclino por esta respuesta, aunque las cuestiones métricas no son lo mío.

Les dejo la versión cantada del poema por Uxía & Javier Ruibal.











sábado, 29 de marzo de 2025

El príncipe (Pier Paolo Pasolini)









 «Al príncipe»

Si regresa el sol, si cae la tarde,
si la noche tiene un sabor de noches futuras,
si una siesta de lluvia parece regresar
de tiempos demasiado amados y jamás poseídos del todo,
ya no encuentro felicidad ni en gozar ni en sufrir por ello:
ya no siento delante de mí toda la vida…
Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo:
horas y horas de soledad son el único modo
para que se forme algo, que es fuerza, abandono,
vicio, libertad, para dar estilo al caos.
Yo, ahora, tengo poco tiempo: por culpa de la muerte
que se viene encima, en el ocaso de la juventud.
Pero por culpa también de este nuestro mundo humano
que quita el pan a los pobres, y a los poetas la paz.

De: La religión de mi tiempo, 1961
Traducción de: Delfina Muschietti


Poema original en italiano

«Al principe»

Se torna il sole, se discende la sera,
se la notte ha un sapore di notti future,
se un pomeriggio di pioggia sembra tornare
da tempi troppo amati e mai avuti del tutto,
io non sono più felice, né di goderne né di soffrirne:
non sento più, davanti a me, tutta la vita…
Per essere poeti bisogna avere molto tempo:
ore e ore di solitudine sono il solo modo
perché si formi qualcosa, che è forza, abbandono,
vizio, libertà, per dare stile al caos.
Io tempo ormai ne ho poco: per colpa della morte
che viene avanti, al tramonto della gioventù.
Ma per colpa anche di questo nostro mondo umano,
che ai poveri toglie il pane, ai poeti la pace.

lunes, 24 de febrero de 2025

De Historias fingidas y verdaderas (Blas de Otero)

 

















Indescifrable 16

Verdaderamente es difícil comprender qué sentido puede tener la muerte de un muchacho de dieciséis años (apenas unas pálidas imágenes retiene mi memoria), absurdamente arrancado por una enfermedad que pocos años más tarde se hubiera eliminado de inmediato. De todas formas, un asesinato bien claro, testificado por médicos y cura irrecusables.
A continuación, el sentido salta a la vista pues no se reduce al mayor o menor número de familiares defraudados, sino a la menor o mayor cantidad de antibióticos que se irían descubriendo al paso del entierro.


Finito

Cuando yo muera, el cartero continuará trayéndome cartas durante algunos días. Y yo contestaré a esas cartas, poniendo fecha atrasada.
Cuando yo muera, el aire saldrá a la calle y yo iré a verle a su casa, y me dirán que no hay nadie.
Cuando yo muera, el mundo seguirá dando que hablar con sus pequeños sucesos y sus grandes problemas, y yo susurraré bajo la tierra la solución ayer.
Cuando yo muera, por fin no tendré necesidad de hacer más poemas, lo que me producirá un descanso infinito.


La salud

Si tenemos el alma en la mano, si estamos dentro de nosotros mismos, y miramos despacio, y hablamos moviendo apenas el pensamiento, si ocurre todo esto corrientemente, podemos decir me encuentro bien, estamos bien, gracias, tenemos salud.
Ah los poemas que leía a los trece años, el aire azul en la pared, los versos que se sentían sin ningún propósito definido, es un ejemplo también de salud, en aquellos momentos me sentía bien, gracias, tenía salud.
Ahora todo es distinto, el tiempo es irreversible, las ventanas se mueven con el fuerte viento, un idiota diría que se estremecen, hacemos todo lo posible por impedir el sectarismo, proponen la iniquidad, oís, pero dejadme la salud, la enfermedad infantil de intentar que ustedes sigan bien.


Con un poco más

A fin de cuentas, ¿qué es la soledad? Los poetas nos hablan de la soledad en versos más o menos sinceros y de un intenso sabor a sucedáneo. Expulsemos a los poetas de la soledad, a ver si aclaramos un poco la pregunta. Entiendo muy bien qué expresan los términos soledad metafísica, vacío cósmico y otros tan curiosos como estos, para tomarlos en consideración más allá de lo normal. Alrededor de la soledad se han esbozado demasiados conceptos, queriendo cegar con una mano el vacío que dejó la otra. El yo, por su misma configuración, deviene en hoyo, en vacío, al extrañarse del tú y quedar desterrado del nosotros.
Es lo que quería decir con un poco más de sencillez.


De Historias fingidas y verdaderas, Alianza Editorial, Madrid, 1980.



viernes, 31 de enero de 2025

Para vivir aquí (Paul Éluard)

 

Retrato de Paul Éluard. Salvador Dalí. 
Fundació Gala - Salvador Dalí.
























Yo encendí un fuego cuando me abandonó el azur,
Un fuego para ser su amigo,
Un fuego para entretenerse en la noche de invierno,
Un fuego para vivir mejor.

Yo le di lo que el día me había  dado:
Los bosques, las zarzas, los campos de trigo y las viñas,
Los nidos y sus pájaros, las casas y sus llaves,
Los insectos, las flores, las pieles y las fiestas.

Viví  al solo ruido de llamas crepitantes.
Al solo perfume de su calor;
Yo era como una barca bajo el agua cerrada,
Como un muerto tenía un único elemento.


Traducción de María Teresa León y Rafael Alberti.
Tomado de Poemas (1917-1952), Paul Eluard, Editorial Quetzal, Argentina, 1975.




Hice un fuego, lo azul me había abandonado,
Un fuego para ser su amigo,
Un fuego para entrar en la noche invernal,
Para vivir mejor.

Y le di todo aquello que el día me hubo dado:
Los bosques, los zarzales, los trigales, las viñas,
Los nidos y sus pájaros, las casas y sus llaves,
Los insectos, las flores, los armiños, las fiestas.

Viví con el rumor de las llamas crujientes.
Con el perfume de su ardor;
Yo como un barco iba por el agua prohibida,
Como un muerto no tuve más que un solo elemento.

Traducción de  Raúl Gustavo Aguirre. 



Hice un fuego, el azur me había abandonado,
Un fuego para ser su compañero,
Un fuego para entrara la noche de invierno,
Un fuego para vivir mejor.

Le ofrecí lo que el día me había dado:
Los bosques, los matorrales, los campos de trigo, las viñas,
Los nidos y sus pájaros, las casas y sus Ilaves,
Los insectos, las flores, las pieles, las fiestas.

Viví en el solitario ruido de llamas crepitantes,
En el solitario perfume de su ardor;
Yo era como un barco que se hunde en el agua inaccesible,
Como un muerto sólo tenía un único elemento.



Traducción de Camilo Fernández Cozman.



Pour vivre ici (1918)

Je fis un feu, l’azur m’ayant abandonné,
Un feu pour être son ami,
Un feu pour m’introduire dans la nuit d’hiver,
Un feu pour vivre mieux.

Je lui donnai ce que le jour m’avait donné:
Les forêts, les buissons, les champs de blé, les vignes,
Les nids et leurs oiseaux, les maisons et leurs clés,
Les insectes, les fleurs, les fourrures, les fêtes.

Je vécus au seul bruit des flammes crépitantes,
Au seul parfum de leur chaleur;
J’étais comme un bateau coulant dans l’eau fermée,
Comme un mort je n’avais qu’un unique élément.



sábado, 25 de enero de 2025

sólo vine a ver el jardín (Alejandra Pizarnik)


 











sólo vine a ver el jardín.
tengo frío en las manos.
frío en el pecho.
frío en el lugar donde en los demás se forma el pensamiento.
no es éste el jardín que vine a buscar
a fin de entrar, de entrar, no de salir.

por favor, no creas que me lamento.
si comprendieras la voluptuosidad de comprobar.

me amaron, a lo menos eso dijeron.
muchos me amaron porque no soy parecida más que a mí
y por otros imponderables más bellos que la sonrisa de la Virgen de las Rocas.
yo, ahora, creo amar y me siento acabada, epilogada.
¿cómo aprender los gestos primarios
de las pasiones elementales?

No me consuela


Copiado de dos hojas manuscritas sueltas de cuaderno. 1972.


El poema fue tomado de Textos de sombra y últimos poemas. Editorial Sudamericana. 1985.
La fotografía fue copiada de la contratapa del libro donde figura como Fotografía de Enrique Pezzoni, 1967.